«Gracias al abrazo del público me sale la voz»

Saray Hernández
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Una espectacular puesta en escena y la música en directo se juntan en 'We Love Queen'. Entrevista a Manuel Bartoll

«Gracias al abrazo del público me sale la voz»

¿De dónde surge la idea de hacer este musical?

La idea surge bastante antes de la película que ha sido quizá lo que ha vuelto a dar el Boom a Queen. La productora quiso hacer un tributo al grupo, pero algo diferente. Es una comedia y un drama, también tiene momentos de euforia dónde el público se levanta, baila y grita. Había una necesidad en el público. Existían ya otros tributos a Queen, pero no de este estilo. Es un espectáculo maravilloso y eso es lo que ha llevado al éxito del show.

¿Por qué los palentinos van a disfrutar en We Love Queen?

Llegamos hoy a la ciudad y hay dos pases preparados, uno a las 18,30 horas y otro a las 21 horas. Precisamente disfrutarán porque es un espectáculo que simplemente te engancha desde el minuto uno. En el momento en que entra el maestro de ceremonias se crea una imagen un poco de secta por el amor al grupo. Pero la gente que va al teatro sin haber escuchado la banda, disfruta igual. Porque además de ser un homenaje a Queen, es un homenaje a los sentimientos, a las vivencias, a darte cuenta de que estás vivo y vas a disfrutar, y a esa catarsis teatral que te envuelve en la butaca. En 1 hora y 40 minutos el público pasa por todas las emociones.

¿Cuándo sonarán las canciones más conocidas?

Las más emblemáticas están casi todas, siempre es verdad que viene alguien que te dice que se lo ha pasado muy bien pero que le ha faltado por ejemplo Love of my life, claro, es que es un grupo que ¿cuántas canciones malas tiene? por eso ha sido tan difícil elegir el repertorio. Tocamos entre catorce y dieciocho temas.

¿Cuál es su papel dentro del musical?

Mi papel es el que no se puede decir, soy un infiltrado. Ya se descubrirá todo. Solo puedo decir que canto, bailo y actúo.

¿Qué supone para usted poner la voz a las canciones de Freddy Mercury?

Son dos cosas antepuestas, porque por un lado es un orgullo inmenso; son unos temas increíbles, con unas letras y melodías dignas de admiración Y por otro lado, como actor y como cantante, es el reto más difícil al que me he enfrentado en toda la carrera que llevo. Es imposible de cantar, los registros vocales de Freddy eran alucinantes y hay días que no sabes si vas a poder dar la talla. Pero con el abrazo del público y la viveza de la obra siempre te sale la voz.

¿Qué importancia tienen las luces y el atrezzo?

Muchísima. Primero porque al ser la música tan viva, toda la escenografía, incluso los efectos de sonido, van a una. Al final cuando suena We Will Rock You todas las luces acompañan el ritmo y da la sensación de que todo el mundo de mueve con el ritmo. El arte de la iluminación es crear estos espacios y que parezca que estás en un decorado impresionante de televisión.

 ¿Cuántas personas forman parte del musical?

En el escenario somos once. Hay tres músicos, igual que en la formación original: guitarra bajo y batería; y en algunos momentos tocamos el teclado tal y como hacía Freddy en algunos temas. Luego hay seis bailarines y los dos protagonistas.