El programa Rehabitare, que consiste en la cesión a la Junta de Castilla y León por parte de los ayuntamientos de viviendas en desuso de su propiedad -casas del médico, maestro, cura, cuarteles de la Guardia Civil o antiguas escuelas- con la idea de que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente las reforme para ofrecerlas posteriormente en régimen de alquiler social, ha permitido incorporar desde 2016 al parque público en la provincia una veintena -cinco se encuentan en ejecución y una en fase de licitación de las obras-, ubicadas en 17 localidades. 

Una vez rehabilitadas son las respectivas administraciones locales las que ofrecen las viviendas en régimen de alquiler social a las familias, con preferencia a aquellos colectivos de especial protección que figuran en la ley del Derecho a la Vivienda de Castilla y León; igualmente son los ayuntamientos quienes determinen el precio del alquiler, que no podrá exceder de la tercera parte de los ingresos de los inquilinos.

Según la información facilitada por la Junta, merced al convenio suscrito con los ayuntamientos correspondiente a 2016, se intervino en siete viviendas, en las localidades de Palenzuela (2), Tabanera de Cerrato (2),  La Serna (1, en ejecución), Villalcázar de Sirga (1) y Brañosera (1). En lo que respecta al de 2017, fueron cinco, en Amusco (1), Frechilla (1), Villaturde (1) y Antigüedad (2). Con relación al de 2018, decir que la rehabilitación era de cuatro, en Calzada de los Molinos, Villeherreros, Villamartín de Campos (en ejecución) y Castrillo de Villavega. En este ejercicio, el acuerdo se ha firmado con los ayuntamientos de Baltanás, Cisneros, Paredes de Nava y Villerías -una vivienda en ejecución en cada localidad, menos en la última, que está en fase de licitación-.

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