La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, ha apuntado que la institución que dirige ha demostrado ser «necesaria y ágil» durante la pandemia que comenzó a asolar el país en marzo del presente año y que ha supuesto tener que adaptarse a las necesidades de los ciudadanos de la provincia.

A pesar de todo lo malo, «las pérdidas de las personas», Armisén se queda con lo «menos malo», como es la «respuesta de la sociedad y las personas, según señaló en declaraciones a EP en cuando al balance anual de 2020.

Así, cree que el pasado año la Diputación se vio marcada por la colaboración con los ayuntamientos, la ayuda a las personas y la apuesta por otro tipo de vida en el medio rural. «Se ha podido realizar gracias a un presupuesto que ha permitido mantener las obras de Planes Provinciales y las de emergencia por el temporal de 2019, como el derrido del puente de Villaescusa, a pesar de que se tuvo que dividir en dos, antes del 14 de marzo y después con el Covid», dijo

«También hemos mantenido el plan de carreteras», apuntó Armisén, al tiempo que añadió que se ha arreglado la senda de peregrinos de la PP-2411 para este Año Jacobeo. Concretó, además, que la institución provincial ha continuado con la inversión para «garantizar la actividad económica de empresas y el empleo». Para ello, se dobló el presupuesto para el ciclo del agua, hubo  obras en carreteras y los antiguos juzgados con un millón de euros y se apoyaron proyectos de ayuntamientos con cargo al 1,5 por ciento cultural, entre otros.

«La Diputación se ha adaptado a las circunstancias y ha sabido reorientar los recursos», subrayó Ángeles Armisén, quien incidió en que ha aumentado las ayudas en el área de Desarrollo.