Voluntarios del colectivo ecologista La Braña compartieron hace unos días una mañana con los alumnos más mayores del Colegio Público Nuestra Señora del Carmen de Barruelo de Santullán. Una actividad que consistió en un recorrido didáctico por diferentes puntos de interés histórico del casco urbano de la villa norteña.

La vía Antoniana, la del Plano, los cuarteles de San Pedro o los de San Luis fueron algunas de las instalaciones relacionas con el pasado minero del valle de Santullán que los miembros de la asociación barruelana, las maestras o los alumnos visitaron a lo largo de una jornada en la que también la historia más lejana fue protagonista. En este sentido, la actividad también incluyó la visita a la iglesia parroquial de Santo Tomás Apóstol, la antigua puerta medieval que daba acceso al recito del pueblo o espacios relacionados con la Revolución de 1934 y la Guerra Civil del 36 como la antigua casa-cuartel de la Guardia Civil, el Ayuntamiento o diversos refugios antiaéreos repartidos por el centro urbano.

A la vez que se realizaban las visitas, la propia toponimia de Barruelo y de los montes, arroyos y montañas cercanas fue también explicada a los pequeños, que se mostraron especialmente interesados con los nombres de algunos de los puntos visitados, así como por su origen, empezando por el propio nombre de la localidad o del río que lo cruza longitudinalmente: el Rubagón.

Además de ofrecer a los menores la oportunidad de conocer a fondo la historia de su localidad, La Braña también obsequió a los niños con una carpeta que contenía diverso material escolar y que les fue entregada en las instalaciones del colegio.

La iniciativa se enmarca en la habitual colaboración que, desde hace años, viene sosteniendo el colectivo ecologista con el centro educativo barruelano. La última actividad consistió en la entrega de 18 enciclopedias con 380 libros que La Braña regaló al colegio hace aproximadamente un año y medio. Geografía, historia, literatura, arte, música o ciencias forman el grueso temático de los ejemplares.

La Braña también entregó diferente material didáctico e informático al colegio en un par de ocasiones, al igual que a la ludoteca municipal, a la que dotó de una televisión, o a las juntas vecinales de Revilla y Porquera, que se llevaron dos lotes de libros cada una.