Decía Van Nistelrooy, que de goles bastante, que lo de marcar es como un bote de ketchup: al principio cuesta que salga pero luego no para.

Paulino, que también ha pasado años y años rondando el área, ha estado trabajando la fase ofensiva de un Palencia CF al que muchas veces le ha condenado la carestía de gol. Y en el encuentro de ayer contra el Diocesanos abulense, los morados dieron la razón al mítico 9 neerlandés y al albaceteño.

FESTIVAL. El choque, que arrancó a las 15,45 horas en los campos del CIA, empezó con ambas escuadras especulando y sin decidirse a tomar la iniciativa.

Cuatro goles para crecer en confianza - Foto: Óscar NavarroSin embargo, se abrió pronto el marcador después de un excelente centro de Haji que cabeceó Guille. El Palencia CF creció con la ventaja y comenzó a mandar en el encuentro sin cederle nada a los abulenses. Garban erró el 2-0 después de otra gran incursión de Haji (excelente en todas las facetas). Parecía que los morados se acordarían del fallo más tarde, como ya pasara en otros encuentros.

Pero no fue así, y el mismo Garban mandó el balón a las redes para despejar dudas, tras un enorme trabajo y a centro de Carpio.

El equipo palentino cerró una primera parte magistral con el doblete de Garban, que de nuevo la empujó tras un excelente centro de Guille, que igualmente firmaba un encuentro notable.

Con 3-0 al descanso pudieron respirar algo tranquilos los locales, e incluso supieron hacerse de nuevo con los tiempos después de que el Diocesanos saliese lanzado tras el asueto. El 4-0 lo firmó Chopi , que había salido por David, de nuevo tras un excepcional envío de Guille.

Al final, no solo son tres puntos de oro para el conjunto palentino, también es una goleada necesaria para realzar sensaciones. Si quieren estar donde se les espera a final de año, los futbolistas del Palencia CF deben empezar a suscribir muchas actuaciones de este calibre.