Indalecio Sobrino presenta 'La luz del silencio'

DP
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El artista cántabro, que nació en Santander en 1940, inaugura hoy una muestra de pintura que se mueve entre la introspección y la contemplación. Permanecerá abierta al público hasta el próximo 11 de enero

Indalecio Sobrino presenta 'La luz del silencio'

El claustro de la catedral acoge desdes hoy  la exposición La luz del silencio, del pintor santanderino Indalencio Sobrino, que  podrá visitarse hasta el próximo 11 de enero.

Una muestra que busca reflejar el mundo interior a través de la luz que emana del silencio. El trabajo del artista ha estado siempre enfocado hacia la representación de la figura humana, adentrándose en la singularidad de sus personajes desde la naturalidad y la realidad, dejando aflorar mediante sus pinturas la expresión que reflejan en sus diversas actividades. 

Con motivo del VIIcentenario de la seo, Indalecio Sobrino ha preparado una exposición muy singular, donde las pinturas expuestas tratan de explorar un mundo diferente y de mayor transcendencia. A diferencia de sus muestras anteriores, donde los personajes se expresan hacia los espectadores que los contemplan y necesitan de su aquiescencia y su admiración, La luz del silencio se mueve entre la introspección y la contemplación. Un universo de elevados valores cuya herramienta fundamental es el silencio. Ora et labora es su consigna y ambas dedicaciones precisan de ese silencio para sublimarse. 

Indalencio Sobrino nació en 1940 en Santander donde permaneció la mayor parte de su vida con el intervalo de los años que estudió en Bilbao Ciencias Económicas. Vivir en un hotel, que en aquellos años albergaba a la gente del mundo de la tauromaquia, el teatro, el circo, la pintura o la música, fue perfilando sus aficiones, que después se transformarían en motivo argumental de su obra creativa. 

Discípulo del pintor Pablo Sansegundo, que le abrió las puertas de un sólido oficio, en su obra siempre ha tenido un especial protagonismo la figura humana constituyendo el motivo principal. Así, sus cuadros están plagados de gentes de todo tipo, el retrato y el recurso al desnudo como gran desafío del tratamiento del color en la representación del cuerpo humano, la danza basada en las coreografías del Ballet de Alvin Ailey y el mundo del cine, series sobre la tauromaquia o retratos de figuras. 

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