Tras la experiencia del año pasado en Portugal, el Motoclub Villa de Guardo decidió en esta ocasión poner rumbo hacia Pirineos organizando un viaje que la primera semana de septiembre llevó a once de sus integrantes a recorrer el territorio comprendido entre Navarra y Aragón. 

Así y durante seis días los participantes en la actividad tuvieron la oportunidad de aprovechar su afición para descubrir algunos de los rincones más bellos de la cordillera montañosa que separa España y Francia.  "El hotel y base de operaciones lo teníamos en Jaca y de ahí salíamos todos los días con la ruta marcada y programada", explica José Manuel Fernández, miembro del club. 

A la actitud positiva de los moteros guardenses se unió un tiempo benigno que les permitió conocer sitios tan bonitos como Aínsa, el castillo de Javier, San Juan de la Peña, Roncesvalles, Canfranc, Candanchú, San Jean de Pie de Port, Formigal, Tren D’Artouste, Iruña y otras maravillas de la zona. 

"La organización fue perfecta, no hubo accidentes ni incidentes, por lo que la valoración de la experiencia es excelente", continúa Fernández. "Con respecto al año que viene, la excursión está enfocada a Galicia, los ánimos están elevados, así que para allá vamos", manifiesta antes de añadir que "la vida en moto se saborea de otra forma". 

trayectoria. El Motoclub Villa de Guardo es uno de los colectivos más longevos y activos de la localidad minera. La asociación ha logrado poner al municipio norteño en el mapa de los aficionados del motor de todo el país gracias a la concentración Lechazos.