Hueso roto por tres sitios

Alberto Moreno
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Viti: "Pensé que era un golpe en el pómulo, pero tenía partida la cara"

Hueso roto por tres sitios - Foto: Sara Muniosguren

El eldanense, que en ese partido regresaba a la titularidad, uno de los capitanes del equipo, era operado tres días más tarde con éxito. El próximo 24 de enero deberá acudir a una revisión para calibrar si su recuperación se desarrolla con normalidad y si puede volver a los entrenamientos de inmediato. No se descarta que en caso de hacerlo tenga que portar una máscara protectora los primeros días. 

A la espera de ese día que Víctor García Frías, Viti, espera impaciente, no pierde la forma física haciendo bicicleta estática y elíptica, pero con la advertencia del médico de «dejarlo en el momento que me maree o tenga dolores en la sien», comenta el centrocampista.

La lesión es más grave de lo esperado. «Tengo el hueso roto por tres sitios, pero la operación salió perfecta. Me lo comentó mi madre, porque yo no me enteré de nada en ese momento. Sé que estaban hablando de ello, del diagnóstico, pero yo estaba con la anestesia».

El viernes de la próxima semana tiene la revisión médica. «Tengo unas ganas locas de volver con el equipo, se me está haciendo eterno todo este tiempo, y más ahora, que estamos en una gran dinámica de juego. El domingo pasado estuve viendo el partido frente a La Bañeza desde el palco y me daban ganas de saltar al campo. No sé si me tocará llevar una máscara protectora o no para entrenar y jugar. A ver qué me dice el médico y si es que sí hablaré con el club. Ahora no la llevo, hablo con normalidad y no me duele, pero tampoco cuando me partí la cara», señala el centrocampista morado.

Viti recuerda la jugada perfectamente. «Fue una acción totalmente fortuita. Óscar Poveda, el jugador del Santa Marta, no tuvo culpa alguna. El chaval se ha preocupado por mí durante todo este tiempo. El martes, sin ir más lejos, hablé con él y le dije que no pasaba nada. La verdad es que sólo noté dolor en el momento del golpe. Luego no me dolía nada. Cuando vino Henar, la fisio, me dijo que se me había salido la mandíbula. Yo no me lo creí porque no me dolía nada, pensé que era un golpe en el pómulo sin más, pero mira, tenía razón. El árbitro me dijo que si podía seguir y le dije que sí, pero noté que se me iba un poco la vista y tuvieron que cambiarme».

Luego, tres días más tarde,  le tocó pasar  por el quirófano. «Nunca me habían operado de nada y todo fue perfecto. La anestesia fue total. No me enteré.La enfermera me preguntó que si prefería montaña o playa, le dije que playa que hacía mejor, y me dormí. No he tenido dolores.  No sé si me habrá quedado la cara mejor o peor que antes de la operación. Dejarme más guapo era complicado, no podían hacer mucho», bromea.

Viti, tampoco ha sido perseguido por las lesiones, pese a jugar en una zona donde el contacto es permanente, el centro del campo, y tratarse de un jugador que nunca rechaza el cuerpo a cuerpo. «La peor lesión que tuve fue una pulbalgia cuando jugaba en los juveniles del Deportivo de la Coruña. Estuve tres meses sin jugar, con muchísimos dolores, pero logré esquivar el quirófano. He tenido pocas lesiones y por eso se me está haciendo larga la recuperación. Lo que si agradezco es todas las muestras de apoyo que he recibido. Me lo hacen más llevadero».