Editorial

Firmas palentinas en la composición de las vacunas

DP
-

Alta tecnología y cualificación profesional en la provincia y sin complejos

No es descartable que llegue el día, más adelante quizá, en el que el común de los palentinos deje de castigarse creyendo que todo lo que se idea, proyecta y realiza fuera es mejor que cualquier cosa que salga de la provincia o tenga a paisanos entre sus artífices. Nos cuesta demasiado autoconvencernos de que tenemos investigadores, mentes brillantes, profesionales expertos y personal cualificado y que además están perfectamente capacitados para acometer cualquier empresa si disponen de los medios necesarios. Cierto es que muchos de ellos se han visto obligados a emigrar para encontrar esos medios y la estabilidad que requiere el desarrollo de un estudio, la continuidad de una investigación o la puesta en marcha de un proyecto científico, pero no lo es menos que tenemos algunas empresas punteras que trabajan en sectores complejos y se codean con las grandes firmas internacionales. 

Y es bueno que esto se conozca, como lo es que se apoye el talento en todos los ámbitos del saber y su aplicación práctica en la resolución de los problemas cercanos, del día a día, y otros más generales que quizá no requieren tanta premura pero son igualmente importantes.

 Y en unos tiempos como los que vivimos, y sufrimos, en que la gran baza sanitaria es por el momento la vacunación masiva hasta lograr la inmunidad de rebaño frente al Covid-19 y sus distintas variantes, hemos de traer a colación la presencia palentina en su desarrollo y posterior elaboración. Ya avanzamos en su momento, cuando Pfizer se convirtió en la primera multinacional que anunció una vacuna segura contra el coronavirus, que una investigadora con raíces palentinas, concretamente en Astudillo e Itero de la Vega, Alicia Solórzano, formaba parte indisoluble del equipo que trabajaba en su desarrollo, no en vano trabajaba en Nueva York, ocupándose del área de vacunas virales de la farmacéutica. Nos congratulamos entonces de los avances en la primera arma de la que disponíamos para enfrentar la pandemia y, por supuesto, de que tuviera en parte apellido palentino.

Pues bien, transcurrido un largo tiempo de oleadas de contagios, de ensayos clínicos y de extensión de las vacunas de Pfizer y de otras farmacéuticas, que no ha concluido, hemos de felicitarnos nuevamente porque Purity Chemicals SL, con una de sus sedes en Venta de Baños, proporciona a Pfizer las disoluciones inorgánicas de agua purificada que necesita para fabricar los virales de la vacuna. La relación se inició hace un año y continúa gracias al cumplimiento de los más altos estándares y certificaciones internacionales de calidad. La planta cerrateña con una treintena de profesionales en plantilla está presente, con su homóloga de Esparraguera, en 22 países y sirve a otras muchas firmas. 

Una alta tecnología y la elevada cualificación profesional que exige el sector químico-farmacéutico son las señas de identidad de Purity Chemicals. En Palencia y sin ningún tipo de complejos.