No significa más que un gran comienzo de campeonato, que sirve para devolver la ilusión a sus aficionados y a todos los que forman parte de la familia del EasyCharger Palencia, observar la tabla clasificatoria de la LEB Oro y ver al conjunto morado en solitario en lo más alto.

Una anécdota, fruto del buen trabajo de la pretemporada y el rápido acoplamiento de sus numerosos nuevos efectivos. Un liderato que, sin duda, aumentará la expectación de cara al encuentro que el viernes (21 h) protagonizarán en el pabellón municipal los de Pedro Rivero frente a uno de los grandes favoritos al ascenso. Un Covirán Granada que ya llegó hasta el quinto partido en la última final, de la que salió victorioso el Breogán de KevinLarsen y Mindaugas Kacinas.

Vienen al caso ambos jugadores (hoy flamantes integrantes del equipo lucense, que firma un 4-4 en su regreso a la ACB), puesto que formaban parte del plantel palentino un curso antes, en la 19-20, dirigidos por Carles Marco. Fue la última vez que el club palentino, hace casi un año exacto, con un balance de 7-1, tras la victoria en el Pumarín de Oviedo, se veía líder en solitario.

Era aquella una de las mejores plantillas que ha tenido el club palentino en sus 13 campañas en la LEBOro. La que, después de un inicio casi inmaculado (tras caer en la primera jornada, ganó siete partidos consecutivos), llegó al final de la primera vuelta en séptimo lugar con un 11-6. Toda una lección para cualquier equipo que comience un campeonato a velocidad de crucero. Aquel curso, dado que la liga quedó inacabada, dejó la duda de si las cuatro victorias seguidas (precedidas por una derrota por un solo punto en Lugo) a las que llegó en el momento del confinamiento eran el inicio de algo grande o solo una racha.

TAMBIÉN EN LA 18-19. De igual manera, con Alejandro Martínez al mando, en la 2018-19, el hoy llamado EasyCharger empezaba con visos de equipo de la zona alta de la tabla, situándose en cabeza como líder único ya tras cuatro jornadas (4-0) y después con ocho (7-1).

Con Calvin Hermanson, Steve Vasturia o un Urko Otegui en su último año en Palencia, los palentinos acabaron 11-6 la primera vuelta y, tras el cambio de entrenador (llegaba Marco), sufrían para entrar novenos en el play-off. Curiosamente aquella eliminatoria a cinco duelos ante el Bilbao de Álex Mumbrú (equipo que acabó ascendiendo poco después de ganar en el quinto a los morados en un Miribilla lleno hasta la bandera) será una de las más recordadas y apasionantes en la historia del club.

EL CURSO DEL ASCENSO. Y el mayor precedente no puede ser otro que el de la temporada 2015-16.

El equipo primero entrenado por Porfi Fisac (que se marchaba al Gipuzkoa de la ACB después de 10 jornadas, con un 9-1, en solitario en lo más alto de la tabla) y luego por Sergio García, acabó ganando el título.

Aquel histórico curso el equipo morado encabezó la LEB Oro con al menos una victoria de distancia sobre sus perseguidores desde la sexta jornada (5-1) hasta la trigésima y última de la liga regular (23-7, finalmente). Completó su mejor campaña en la categoría con un triunfo de diferencia sobre el Melilla, a quien también ganó la Copa Princesa.

Este año solo ha comenzado, pero siempre es mejor mejorar desde la victoria.