Importante revés en el Deporcyl Guardo

Hugo Cancho
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Seis jugadores y un integrante del cuerpo técnico han dado positivo en Covid-19 una semana antes de terminar la liga y dos antes del play-off de ascenso a Segunda División

Importante revés en el Deporcyl Guardo

La suerte en el deporte es un factor clave, aunque siempre importa más el esfuerzo y el trabajo diario a la hora de obtener buenos resultados. Eso es lo que han demostrado los jugadores del Deporcyl Guardo Fútbol Sala durante toda la temporada, en la que se proclamaron campeones de grupo de forma matemática cuatro jornadas atrás.

Pero ahora la suerte sí entra en escena y lo hace en su contra bajo el nombre de Covid-19. Seis jugadores de la plantilla y un integrante del cuerpo técnico han dado positivo en el momento más inoportuno, a una semana de terminar la liga y dos de disputar el play-off de ascenso a Segunda División.

«Ahora mismo lo que más nos importa es la salud de los compañeros. Por suerte, ninguno de ellos presenta síntomas graves, excepto un jugador que ha tenido unas décimas de fiebre. Estamos todos confinados, en casa y cumpliendo el protocolo. Esperamos que, tras el tiempo reglamentario, todos demos negativo en el test», indica Javier Uceda, entrenador del equipo guardense.

Tras el primer positivo se anularon los entrenamientos y tanto jugadores como cuerpo técnico se aislaron para evitar contagios. Este fin de semana no competían, pero el próximo sábado 29 de mayo celebran el último partido de la liga contra el Esteo.

«Estamos a expensas de lo que ocurra, el viernes 28 tanto negativos como positivos tienen que pasar un test y, en caso de dar negativo, les darían el alta y por tanto podrían disputar el encuentro. Ese sería el mejor de los escenarios que se nos pueden presentar», reconoce.

Dejando a un lado la salud, el equipo se ve también perjudicado por la interrupción de los entrenamientos. Pierden el ritmo de preparación de cara al play-off de ascenso, que comienza el 5 de junio. «Estamos a dos semanas del partido más importante del año. Este parón hace que perdamos todo el ritmo competitivo, el nivel físico y el toque de balón. Pero donde no llegan las piernas tiene que llegar la cabeza. Ahora estamos motivados y más unidos que nunca», concluye.

Es momento de descansar y recuperar fuerzas para que el equipo que ha sembrado tanto durante esta temporada pueda recoger sus frutos.