La oficina del censo electoral de Palencia efectuó en septiembre de 2020 el último sorteo para elegir a los 200 palentinos, registrados en el censo provincial, que podrán ejercer como jurados en los juicios que se desarrollen en la Audiencia Provincial en el bienio 2021-2022. El sorteo se llevó a cabo mediante un programa informático aleatorio que permitió designar a los candidatos entre los inscritos actualmente en el censo electoral provincial, conformado por más de 136.000 electores. Este último sorteo era el decimocuarto que se celebra en Palencia desde que en el mes de mayo de 1995 entrara en vigor la Ley Orgánica que regula el Tribunal del Jurado. En cualquier caso, en los dos últimos bienios no se celebraron en la Audiencia juicios de jurado. Para el primero celebrado de estas características se eligieron a un millar de ciudadanos, de los que un 30 por ciento presentaron excusas. Predominaron hombres (13 más) sobre las mujeres. En el caso del homicidio de Dueñas, del millar de posibles jurados elegidos fueron seleccionados 36 palentinos, aunque tras la presentación de excusas y tras ser verificadas la lista se redujo a 27. De ellos salieron los 11 (nueve titulares y dos suplentes) que tuvieron el deber de emitir un veredicto de culpabilidad (al menos siete votos a favor) o inculpabilidad (al menos cinco votos a favor). A modo de curiosidad hay que decir que las retribuciones de las personas que comparecían a juicio como candidatos cobraron 4.650 pesetas de las de entonces (casi 28 euros), mientras que la cantidad que percibieron los miembros electos fue de 9.300 pesetas diarias (casi 56 euros).

Mauricio Bugidos, hoy magistrado de la Audiencia Provincial, recuerda aquella experiencia en calidad de responsable de validar o rechazar las excusas presentadas en Palencia como «toda una experiencia». «Creo recordar que tras celebrarse la primera elección de candidatos recibimos unas 200 excusas de todo tipo. Entre ellas había de alguna madre lactante o de algún joven que consideraba que no se encontraba preparado para afrontar una responsabilidad semejante. Entre aquellas excusas hubo siete de personas religiosas y una de ellas manifestó que era ministro del perdón y, como tal, que valoráramos su postura ante el juicio», señala en una grabación realizada por el TSJCyL con motivo de los 25 años de la celebración de este juicio, pionero en España.

Por su parte, Fernando Maniega, oficial de la Audiencia encargado de tramitar el procedimiento, señala que «la improvisación» dominó la situación, aunque recalca que «era normal porque lógicamente era la primera vez que nos encontrábamos en aquella tesitura». «Las actas de la elección del jurado las configuré con un documento word y con el único ordenador del que disponíamos en la Audiencia. De hecho, las actas del jurado las confeccioné con una máquina de escribir de las de antes. Por lo demás, los ecos del juicio llegaron hasta los Estados Unidos porque en la Audiencia recibimos una carta de una intérprete de español que trabajaba en los juzgados de Arizona y nos pidió que le mandáramos todo tipo de impresos de juicios de esta índole que le ayudaran para traducir del inglés al español y viceversa para casos suyos», explica Maniega.