Azucarera propuso hace unos días la reducción de seis euros por tonelada de remolacha a partir de la próxima campaña, una decisión que ha puesto en jaque a todo el sector y también a las administraciones, que no han ocultado su malestar, además de que han pedido el cumplimiento del acuerdo marco que se suscribió y cuya vigencia se prolonga hasta 2020. Desde la empresa, su consejero delegado, Juan Luis Rivero, defiende que no han roto ningún acuerdo y, después de años de pérdidas, que en esta ocasión superarán los 40 millones, proponen la creación de un nuevo modelo de relación, que lamentan no haber transmitido correctamente, que permita «ser competitivos y sostenibles en el futuro» y que presentan como «solución definitiva» para apostar por el sector.
Además, Rivero, en declaraciones concedidas a la agencia Ical, no oculta su convencimiento de que en la próxima campaña se pagará «mucho más» porque subirá el precio del azúcar, aunque aclara que la responsabilidad pasa por estar dimensionado «para que no vuelva a ocurrir lo que nos ha pasado en los últimos años». Desde la empresa azucarera no tienen dudas de que «las organizaciones agrarias y la administración van a seguir apoyando la remolacha por la cantidad de empleos en juego» con 7.000 trabajadores en Castilla y León, de los que casi 3.000 son agricultores.
Rivero defiende que no ha roto unilateralmente el Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) suscrito con los remolacheros y la Junta y cuya vigencia se extendía hasta 2020, tal y como denuncian los afectados. «Nosotros no creemos que se haya producido esa ruptura porque la propia oferta que lanzamos de precio ya recogía el hecho de que si había circunstancias excepcionales había que buscar una solución. Ya se produjeron el año pasado y lo mantuvimos, si lo seguimos manteniendo estamos dando patadas hacia adelante sin buscar una solución estratégica. Siempre que se produzca un momento de ruptura, es un momento en el agricultor se plantea si sigue invirtiendo en ese cultivo o no», recalcó.
El consejero delegado de Azucarera se muestra convencido de que van a remunerar en la campaña 2019-2020 «suficientemente bien» a los agricultores» porque está seguro de que va a subir el precio, «porque el ciclo, cuando toca fondo luego se pone a subir».
Descarta cierres.
Ante una posible caída de los contratos, Rivero mantiene que no se plantean cerrar plantas en la Comunidad: «Dentro de la reducción de costes y el aumento de la eficiencia de nuestras fábricas, tenemos un plan con unas fábricas muy bien dimensionadas para cualquier circunstancia».