Puente del Pilar con un 80-90% de ocupación en turismo rural

J. Benito Iglesias
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Los propietarios de alojamientos de la provincia están contentos al ir recuperando poco a poco la actividad prepandemia

Puente del Pilar con un 80-90% de ocupación en turismo rural

El turismo rural, con una actividad prácticamente nula durante más de 14 meses de la pandemia y un repunte espectacular el pasado verano, ha cerrado el puente del Pilar con una ocupación media que se sitúa en torno al 80-90%, según las distintas zonas que ofrecen plazas de este tipo. Ya sin limitaciones de aforo, pero con ciertas reticencias para llenar alojamientos de alta capacidad con alquiler completo, el sector se muestra satisfecho del resultado obtenido desde  el viernes hasta ayer, donde además el tiempo ha acompañado.

«Familias y amigos se han animado más a viajar y se perciben esas ganas. Una vez terminado el verano, septiembre y octubre han seguido funcionando muy bien. Además, ya tenemos reservas para mediados de noviembre y el puente de La Inmaculada en diciembre e, incluso, la gente ya está llamando interesada en ir preparando salidas en Navidades y Nochevieja», resume Fidel González, presidente de la Red de Turismo de la Montaña Palentina.

Este colectivo reúne a 42 establecimientos asociados que ofrecen en torno a 200 plazas en distintos puntos del norte de la provincia. «Somos pocos propietarios, ya que algunos cuentan con dos o tres casas rurales y, en general, estamos contentos de ir recuperando poco a poco la actividad prepandemia, ya que el año 2019 fue bueno», expone.

mejora sustancial. En la zona terracampina -con pueblos que encierran un rico patrimonio monumental- la ocupación ha sido también muy alta. Anabel Pérez, de  la Asociación Palentina de Turismo Rural (Apatur) y propietaria del hotel rural San Hipólito y de un restaurante, así lo ponen de manifiesto. «Ya antes del puente me moví por pueblos con Monzón y no solo había mucha gente alojada sino también de paso que estaría en alojamientos cercanos. Aunque no haya restricciones y, en nuestro caso como hotel, dado que hay todavía cierto miedo a juntarse mucha gente en espacios comunes y comedores, hemos preferido reducir el aforo que tiene autorizado el establecimiento», dijo.

Juan Bautista Herrador, socio fundador y vicepresidente de Apatur, con dos casas rurales en Villaherreros, señala que en su caso y pueblos aledaños la ocupación ha sido total. «Las llamadas para reservar, no solo comparando con 2019 como última referencia fiable, han sido infinitamente mayores que muchos años atrás. Está claro que los habituales del turismo rural y los que no quieren salir y viajar. Una situación con las cuatro noches ocupadas con clientes hacía mucho tiempo que no se daba en los alojamientos de la zona. Yo ya tengo reservas para Navidad y estamos remontando tras la pandemia a un porcentaje altísimo», dice.

En cuanto a los alojamientos rurales que también ofrecen turismo activo, la actividad ha sido dispar dependiendo de la oferta. En el caso de las  rutas de observación de la naturaleza, Tino García, propietario de la empresa Dos Aves y de tres casas rurales en Cordovilla de Aguilar, la satisfacción es completa. «El verano fue fantástico  y el puente hemos estado al 100 por 100 con un grupo de Extremadura y la próxima semana igual con otro de británicos. Ofrecemos ecoturismo con observación de flora, fauna o aves», señala.

En el caso del turismo de aventura, la demanda en grupos que solía ser habitual no ha sido mucha. José González, propietario de Parque Ferroviario de Barruelo y gestor con la empresa Aventura&Aventura del Parque del Robledal del Oso en Cervera, así lo señala. «Por el norte el pasado verano hubo mucha gente pero poco gasto. En Barruelo tenemos casa rural de 16 plazas y al no haber grandes grupos para actividades por el tema del Covid hemos estado vacíos. Hay que dar una vuelta a todo porque se ha cambiado la Ley de Turismo Activo en Castilla y León con los requisitos, gastos, inversiones y seguros necesarios. El Robledal del Oso lo abrimos en agosto y este puente dos días con reserva infantil y familiar. Este año hemos sufrido varios actos vandálicos que han dañado bastante la instalación y se  reparar varias cosas», relata.