Suban Srisaengorn se proclamaba recientemente campeona de golf de Castilla y León. La jugadora tailandesa (Club Isla Dos Aguas), afincada en Palencia desde hace trece años, añade otro logro en el ámbito regional.

A pesar de encontrar su hábitat deportivo en Isla Dos Aguas, la tailandesa ha tenido que viajar por las provincias castellano y leonesas para clasificar a la selección en la final del Campeonato Regional que acabó ganando. Ha dejado muestras de su talento en campos de Segovia, León y Salamanca. 

«El primer día el viento no me favoreció, se me hacía difícil controlar la dirección de la bola. El segundo hizo mejor clima y pude lograr mejores golpeos. El nivel en Castilla y León es muy alto. Aunque siempre ando cerca de liderar el ranking todos  los campeonatos, este año no sé si llamarlo suerte pero ese día me salió todo bien», relata Suban sobre la final del regional.

La tailandesa, que reside desde hace más de una década en Palencia,  no tenía  experiencia alguna con el golf en su país natal y aprendió en la capital palentina. 

Después de emigrar, hace ocho años, probó con el golf como pasatiempo y rápidamente aprendió los entresijos de este deporte. «Yo no sabía casi ni hablar en español, pero aprendí a jugar al golf poco a poco a través de los gestos».

INSTRUCTOR. Mucho le ayudó el instructor Fernando Mañoso, otro habitual de los campos de golf de Isla Dos Aguas. 

Fernando declara que fue muy fácil enseñarla porque Suban tuvo un aprendizaje muy intuitivo. «Tiene un don. La coordinación necesaria para este deporte es para ella algo natural y es muy observadora, por lo que pudimos entendernos por los gestos a pesar de la barrera del idioma». 

Además, su marido Carlos hacía las veces de interlocutor e intermediario entre profesor y alumno, haciendo más sencilla la comunicación.

La campeona, que ya domina prácticamente el castellano, declara que Palencia es «es una ciudad muy cómoda para vivir. Además el campo de golf está a solo cinco minutos de mi casa. Todo está situado cerca». Si uno visita el campo Isla Dos Aguas por la mañana, no le será extraño verla practicar cualquier día de la semana.

ENTRENAMIENTO. Durante la pandemia, Suban pudo entrenar en casa con una colchoneta de golf portátil colocada en el pasillo, y una red situada en la pared de su finca. «Como he dicho, no se puede parar de entrenar en este deporte, de ahí que seguir entrenando era fundamental. Por suerte, lo pude conseguir en casa de esta manera».

FUTURO. Compaginando deporte y trabajo, Suban se dedica a entrenar las pocas horas libres que tiene por la mañana. 

«Este es un deporte en el que si pasas una semana sin entrenar, pierdes el swing, el golpeo, que es fundamental». Por ello, la tailandesa se sacrifica para entrenar todos los días, a pesar de que lo ve como una afición. «Los sábados y domingos paso mucho tiempo aquí. A diario es más complicado, por el trabajo, es más complicado, pero intento como mínimo tener media hora». 

Sobre su futuro como golfista, aclara que «a estas alturas, con mi edad, ya es difícil llegar a profesional. Intento disfrutar del momento y de los logros. Me gustaría  llegar algún día y competir en campeonatos nacionales pero no lo tomo como una obligación, sino como una posibilidad. Es algo que necesita tiempo e iré día a día».

FORTALEZA. Suban explica que «el golf es un deporte que requiere físico, fuerza y coordinación, pero también fortaleza mental, y una buena estrategia para afrontar el hoyo con el menor número de golpeos posibles. Y cuando te equivocas, surge un problema que hay que saber solventar».

Suban declara que sigue el deporte desde un canal de televisión en casa y que se engancha siempre que hay competiciones mundiales, observando los movimientos de los profesionales para aprender más. «Ahora en España ha crecido mucho el seguimiento gracias a Jon Rahm. Con todos mis respetos a grandes golfistas como Sergio García, él ha sido quien ha roto todos los esquemas. Ayuda a que este deporte llegue a más gente». 

La golfista asegura que sigue las hazañas del vizcaíno y lo señala como un referente, así como al estadounidense Tiger Woods, con el que comparte el vínculo tailandés por la madre del americano. «Me encanta la capacidad que tiene para mantener la calma en todo momento».

La tailandesa tiene planes de futuro, pero prefiere disfrutar el día a día practicando,  observando y aprendiendo sin someterse a presiones innecesarias.