Orejuelas en Carnaval, torrijas en Semana Santa, buñuelos para Todos los Santos y roscón de reyes para Navidad. Dulces que acompañan en los momentos de ocio a los palentinos que esconden  un gran trabajo de enormes profesionales del gremio que preparan y hornean con mimo cada uno de estos manjares.

El Centro Tecnológico del Cereal (Cetece) de Palencia se ha propuesto revalorizar este delicioso postre con un concurso pionero a nivel nacional en el que se buscaba al mejor pastelero y panadero de España). Certamen que se marcó como objetivo promover la competitividad y el buen hacer de los profesionales de panadería y pastelería, al poner en valor uno de los productos navideños por excelencia. 

La competición despertó el interés de una veintena de participantes que hizo llegar hasta La Yutera sus dulces desde obradores de las provincias de Palencia, Valladolid, Burgos, Ávila, Salamanca, Vitoria, Cádiz y Almería. 

Profesionales que no se lo pusieron nada fácil a los miembros del jurado, que emitieron sus votos sin conocer el nombre de los creadores, entre los que había profesionales jubilados, miembros del centro y el periodista Julio César Izquierdo.

Tras el recuento de votos, el primer premio fue para Adolfo Bastida, de Pan Miranda (Miranda de Ebro, Burgos), que se llevará 500 euros, un trofeo conmemorativo en forma de haba, un diploma y un curso en el Cetece valorado en 350 euros. El segundo premio fue para Alberto Bornachea, de Pastelería Bornachea (Miranda de Ebro) y el tercero se lo llevó Noelia Laguna, de Pan Laguna (Valladolid).

POR LOS OJOS. ¿Qué debe tener un buen roscón?El jurado valoró parámetros de originalidad, textura, olor, sabor, equilibrio global,  originalidad y también la presentación, porque, como todo buen plato, también «tiene que entrar por los ojo», afirmó el presidente del Cetece, Javier Labarga, quien aseguró que en la provincia «se hacen muy buenos roscones de reyes».

Tal fue el éxito de la primera convocatoria que Labarga ya anunció próximas ediciones con el «dulce más vendido de España» como protagonista. Una forma de reivindicar lo propio y de reconocer el gran trabajo de quienes endulzan la vida a los palentinos en fechas especiales como la Navidad.