En un «ejercicio de transparencia» del que deberían hacer gala todas las instituciones, la Diócesis de Palencia presentó ayer la cuenta de resultados del ejercicio 2018. Anualidad en la que el total de ingresos (y de gastos) se elevó hasta los 5.306.216 euros, de los cuales más de la mitad, 2.889.086 para se más exactos, procedió de la aportación de todos aquellos contribuyentes que marcaron la casilla de la Xpara la Iglesia en la campaña de la Renta.
Destacan también, por su cuantía, los 1.069.122 euros que ingresó a través de distintas subvenciones procedentes del Estado (Ministerio de Fomento para la catedral, principalmente), la Junta de Castilla y León, la Diputación y el Ayuntamiento, que se destinan a obras de conservación en diferentes monumentos y actividades culturales.
A ello se han de añadir los 560.575 euros procedentes de los ingresos de los fieles, «fundamentalmente de herencias», explicó el ecónomo diocesano, Tirso Castrillo, encargado de desgranar las cuentas que arrojó el pasado ejercicio. También se contabilizaron 356.106 euros en concepto de ingresos financieros y 109.685 euros que se embolsa por la prestación de servicios de los distintos sacerdotes.
¿Cómo gastó la Diócesis estos 5,3 millones de euros que ingresó en 2018? «La partida más amplia es la correspondiente a los honorarios a los sacerdotes y en salarios y Seguridad Social de los empleados, que asciende al 1.250.830 euros», concretó Castrillo.
Los gastos financieros y la variación de valor se llevaron 1,4 millones, 643.099 euros van para obras de reparaciones y conservación (500.000 para la seo), 622.783 en aportaciones a las distitnas parroquias distribuidas por la provincia y 247.313 euros en concepto de desplazamientos y gastos de viaje.
iglesia diocesana. Al margen de la memoria económica, la Diócesis también presentó el Día de la Iglesia Diocesana, que se celebrará el domingo en la localidad de Carrión de los Condes con el lema Sin ti no hay presente. Contigo hay futuro. Unas jornadas que invitan a los palentinos a «sentirse familia de Dios en esta tierra nuestra, desde donde nace el Pisuerga hasta los últimos pueblos de Tierra de Campos», expresó el obispo, Manuel Herrero.
Unas jornadas que este año ponen el foco en los animadores de la palabra, «aquellos laicos y religiosos que llevan la palabra de Dios a las parroquias los domingos en ausencia de los sacerdotes», destacó Herrero.