El Palencia Cristo Atlético sufrió un serio correctivo en su visita al campo del Compos, donde cayó por 3-0. Una derrota dolorosa para el conjunto morado, que peleó hasta el final, pero que estuvo siempre a merced de un Compostela mucho más expeditivo que controló el balón y generó más y mejores ocasiones.
Las cosas no empezaron bien para los de Rubén Gala en San Lázaro y, cuando apenas habían transcurrido seis minutos de juego, Jordan convertía en el 1-0 un lanzamiento de falta directa desde la frontal del área que ejecutó bien pegado al palo.
Los visitantes trataban de tocar el balón, buscaban la circulación y abrir el juego por bandas, generando más de un problema a la zaga local y aproximándose al área contraria. A punto estuvo de llegar el empate en el minuto 11, en una internada de Edu, que tras irse de varios defensores, se plantaba solo ante la meta defendida por Pato, pero finalmente su disparo se fue fuera rozando el palo.
Primo le ponía el balón a Escudero en el punto de penalti, pero este no llegaba por poco al remate para alivio de los palentinos. El empate pudo llegar en torno a la media hora, primero en un disparo de falta de Erik que repelía Pati Guillén en dos tiempos y en la jugada siguiente en un disparo de Silva desde lejos que despejaba de puños el meta local.
El guion se repetía en la segunda mitad y a los cinco minutos de la reanudación el Compostela volvía a marcar, esta vez en una segunda jugada que Primo lograba enviar al fondo de las mallas tras un buen despeje de Guille.
Hubo que esperar hasta el minuto 64 para ver la primera ocasión de peligro a favor de los palentinos en un balón suelto que a punto estuvo de aprovechar Álvaro, pero acabó enviando fuera.
Lo cierto es que el Palencia quería, pero no podía ante un Compos muy serio. Finalmente el tercero de los gallegos llegaba en el 76, en un lanzamiento de penalti por falta de Silva sobre Rafa Mella. La pena máxima la ejecutaba Pablo Antas, que a falta de un cuarto de hora sentenciaba el encuentro dejando sin opciones a los morados.