Batet fija el pleno de investidura para el 4, 5 y 7 de enero

Agencias
-

Sánchez cuenta con salir elegido en segunda vuelta, donde ya no necesita mayoría absoluta sino más votos a favor que en contra

Batet fija el pleno de investidura para el 4, 5 y 7 de enero

El debate para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno se celebrará finalmente a caballo de la fiesta de Reyes, el 4, 5 y 7 de enero, día en el que el líder socialista puede ser elegido en segunda votación para encabezar un Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha comunicado estas fechas a los grupos parlamentarios, después de que ayer la dirección de ERC convocara para el 2 de enero a su Consell Nacional con la propuesta de que sus 13 diputados se pronuncien a favor de la abstención para facilitar la elección de Sánchez.

Conocidas las fechas, que se aprobarán formalmente el jueves, Pedro Sánchez, que este lunes firmó con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el pacto programático de la coalición, reunirá el viernes 3 de enero a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE para ratificar el acuerdo con los republicanos.

Ese acuerdo, según se ha conocido este martes, recoge que las decisiones que salgan de la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat se someterán a una consulta para que la ciudadanía de Cataluña los avale o rechace.

Fuentes de ERC han destacado que el compromiso de los socialistas implica "mesa entre gobiernos y urnas al final" para "validar democráticamente" lo acordado.

El ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha manifestado que el acuerdo con ERC trata de abrir "un nuevo tiempo" que supere "los conflictos enquistados" y que es "evidente" que se necesita recomponer la comunidad de Cataluña y para eso, ha dicho, la población tiene que "poder participar".

 

La oposición carga contra la fecha y los "socios"

PP, Vox y Ciudadanos han arremetido con dureza contra este plan del PSOE y Esquerra de llevar los acuerdos a una consulta y lo han tildado de "atropello", "traición" y "golpe de Estado".

El líder de los populares, Pablo Casado, ha afirmado que "Sánchez consuma la traición a España que denuncié hace un año al descubrir las conclusiones de Pedralbes. Ha pactado un referéndum con los delincuentes que dieron un golpe al Estado para ser investido".

Desde el frente soberanista, donde también se juega una partida paralela a la investidura con unas eventuales elecciones anticipadas en Cataluña de fondo, JxCat ha acusado de "desleal" a ERC y se ha desmarcado del acuerdo. Su portavoz, Laura Borràs, ha dicho que "no compromete a la mitad del Govern ni a la mayoría independentista del Parlament".

El debate de investidura que comenzará el sábado 4 de enero tendrá su primera votación el domingo día 5, para lo que es necesario mayoría absoluta: 176 votos a favor del presidente.

Si no se alcanzan los apoyos, 48 horas después, el martes día 7, se celebraría la segunda votación, en la que a Pedro Sánchez le vasta una mayoría simple, es decir, más síes que noes, por lo que es imprescindible la abstención de los 13 diputados de ERC.

Entre la primera y segunda votación, el lunes 6 de enero, se celebrará la Pascua Militar, acto castrense con el que se inicia el año militar. Al acto institucional, presidido por el rey en el Palacio Real, está prevista la asistencia de Pedro Sánchez y los ministros en funciones de Defensa, Margarita Robles, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Con el pleno de investidura convocado, el otro centro de atención sigue siendo el programa de Gobierno suscrito ayer por el PSOE y Podemos, que hoy ha valorado la patronal CEOE con "honda preocupación" por unas medidas, ha señalado, "más cerca del populismo que de la ortodoxia económica".

En un comunicado junto a Cepyme, los empresarios señalan que en un contexto de ralentización económica el documento esboza una serie de medidas de carácter económico y laboral que, a su juicio, impactarán de forma "muy negativa en la creación de empleo, en el futuro de las empresas y desincentivarán cualquier posibilidad de inversión en España".