Marina Sánchez García nació en Palencia en el año 1947 y recuerda su infancia en la casa familiar de los abuelos como un tiempo «feliz».
Vivió esa infancia rodeada del cariño y la protección de los suyos, en un ambiente de clase media de la época, que era lo mismo que decir sin excesivas alharacas, pero sin carencias . Cuando vuelve la vista atrás se sitúa en espacios amplios en los que se podía jugar sin necesidad de salir a la calle porque aquella casa tenía metros de sobra, incluso dentro de ella había otra más pequeña para sus padres. Después pasó a convertirse en la ampliación del colegio de las Filipenses, cuando la congregación se la compró a su abuelo, pero en su memoria conserva retazos maravillosos de entonces.
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