Este año puede presumir de llevar dos tardes lidiadas, además ambas saliendo a hombros. No está nada mal para según está aún la cosa…
Desde luego que sí. Si enfundarte el traje de luces ya es de por sí un privilegio, fíjate qué puede suponer haberlo hecho ya este año dos veces con los pocos festejos que se siguen dando. Ha sido una gran alegría haber podido empezar tan pronto la temporada y más aún haber dado sendos toques de atención en ambas corridas.
Sin duda, una buena forma de compensar ese 2020 que pasó en blanco por culpa de la pandemia y que a nivel personal fue un duro golpe
Desde luego, 2020 resultó un mazazo, sobre todo tras la temporada anterior que se resumió a dos festejos en Las Ventas, pese a que en uno de ellos corté una oreja. Algo incomprensible. La pandemia me privó del Domingo de Resurrección que tenía cerrado en Las Ventas, pero no me quedaba otro remedio que tener paciencia, así que dediqué el año a crecer y a madurar como torero.
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