Picasso en primera persona

José Luis Picón (EFE)
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Gracias a los textos, se descubre a un hombre más humano y jovial.

Mucho se ha escrito sobre las opiniones de Picasso acerca del arte, la política o España, pero pocas veces es posible oírlas en primera persona, como en un libro que recopila por primera vez entrevistas que el malagueño concedió a lo largo de su vida.

«Picasso no era de ofrecer entrevistas. Todo lo que fuera ponerse delante de un periodista con un papel y un bolígrafo no le gustaba nada», afirma Rafael Inglada, responsable de esta edición publicada por la editorial Confluencias con la colaboración del Museo Picasso de Málaga. En esta recopilación de 25 textos, titulada El arte no es la verdad -una frase de Picasso-, hay tanto encuentros formales con periodistas como conversaciones distendidas con amigos, en las que el pintor «está relajado y se expande más», señala Inglada, uno de los principales expertos sobre su vida.

Algunas de estas entrevistas nunca habían visto la luz en España o se le habían mutilado los preámbulos, según el editor, que ha buceado en bibliotecas y hemerotecas digitales durante los meses de confinamiento para reunir este material. «Se descubre a un Picasso más humano, muy jovial, y aspectos distintos de su persona. A veces soltaba en broma cosas que no eran verdad o con una cierta ironía, y otras veces se enfadaba cuando le preguntaban por cosas demasiado obvias», apunta Inglada.

Esa aversión a las entrevistas se observa cuando Picasso afirma que lo que la gente escribe generalmente sobre él «está lleno de tonterías» y en otro texto lanza una pulla a la crítica al aseverar que «quizás sería mejor si todos los críticos fueran poetas y escribiesen poesía en lugar de pedantería».

En estas páginas se revela que, cuando le preguntan qué entiende por arte, él responde que «es sangre e hígado», o se indigna cuando su interlocutor admite que no comprende una de sus obras.