¿Por qué todavía hay un grupo de las Fuerzas Armadas y de gente de a pie que apoya a Nicolás Maduro? Con esta pregunta se levanta cada mañana Julio Alonso, uno de los 93 venezolanos que residen en Palencia, donde él y sus compatriotas han comenzado una nueva vida lejos del país caribeño, del que tuvieron que emigrar por el caos político y la alarmante crisis social que allí se esta viviendo. 
«Puedo entender que existan tres o cuatro generales que, por convicción o ideología, le apoyen. Pero los soldados rasos sufren lo mismo que todos los demás, y en las últimas horas han protagonizado escenas terribles», se responde a sí mismo horrorizado mientras revisaba imágenes de la barbarie que se vive en las calles de Caracas, agudizada después del golpe de efecto tras la liberación del líder antichavista Leopoldo López. 

*Más información en la edición impresa y en la app de Diario Palentino.