El lado oscuro del fútbol

SPC
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El deporte más seguido y famoso del mundo a veces se ve empañado por episodios de racismo e intolerancia, protagonizados por espectadores o los propios jugadores

El lado oscuro del fútbol

Este ‘parón’ de selecciones no solo ha dejado buen sabor de boca para los equipos nacionales que, bien se han colocado líderes de sus respectivos grupos para clasificarse para la Euro 2020 o parecen estar viviendo una mejoría más que necesaria (como Italia, Alemania u Holanda, que arrastraban últimamente malos resultados), sino que también ha mostrado la cara más desagradable de este deporte: los insultos racistas.

 

Alemania – Serbia

Pese a que no fue un partido de clasificación para la Eurocopa del año que viene, el amistoso entre ambas selecciones llegó a tales momentos de tensión que tres individuos del equipo visitante atacaron con insultos racistas a los jugadores teutones Leroy Sané (de origen senegalés por su padre y alemán por su madre) e Ilkay Gündogan (hijo de inmigrantes turcos).

Fue el periodista André Voigt quien denunció, en redes sociales, que los espectadores estaban sentados una fila por detrás de él “insultaron continuamente” a los jugadores y “hablaron mal” del seleccionador alemán, Joachim Löw. En la segunda mitad del partido, “los insultos racistas contra Sané y Gündogan continuaron una y otra vez”. "Pensé: si no digo nada ahora, no podré dormir esta noche, tenía que decir algo. Pero incluso entonces siguieron, con expresiones como 'Heil Hitler'", confesó el periodista, al que sorprendió que "nadie más en la grada" recriminara el comportamiento, o incluso apoyara, a esas personas.

Sin embargo, los tres individuos se entregaron en una comisaría tras aparecer en un video rodado por el propio Voigt, enfrentándose a la posible prohibición de entrada a los estadios de por vida.

 

Montenegro – Inglaterra

El incidente ocurrió en los últimos minutos del partido de clasificación de este lunes, en el que los ingleses se llevaron el triunfo por 1-5. Tras enseñar una tarjeta amarilla a Danny Rose por una pequeña trifulca, se escucharon cánticos racistas e imitaciones al sonido del mono contra él y Raheem Sterling, por parte de un sector de la afición local.

"No creo que solo lo hayan escuchado dos o tres personas. Lo escuchó todo el banquillo. Este estadio tiene capacidad para 15.000 espectadores. Si tus aficionados están realizando cánticos racistas debería castigarse a todo el estadio, así nadie puede venir a verlo", declaró Rose al finalizar el partido. Por su parte, Sterling agregó que así, cuando la suspensión se levantara, los aficionados "se lo pensarían dos veces".

Los ingleses cuentan con el apoyo de la entidad independiente FARE, Fútbol Contra el Racismo en Europa, representada por un observador a pie de campo que recogió el incidente, además de otras infracciones como la de lanzamiento de objetos y petardos, bloqueo de escaleras y problemas con los aficionados. Con las pruebas aportadas por parte de esta entidad, se espera que la UEFA actúe “firmemente” contra los aficionados culpables. Una medida apoyada por la Federación de Montenegro, que añadió que “se les prohibirá su presencia en todos los futuros partidos”.

 

Cuando los jugadores son los ‘abusones’

Aunque los insultos racistas suelen provenir de espectadores, en alguna ocasión son los propios futbolistas los que traspasan los límites.

El caso más reciente tiene por protagonista a Sophie Jones, jugadora de Sheffield United inglés hasta que el propio equipo terminó su contrato. La deportista fue condenada a cinco partidos de suspensión tras proferir “sonidos de mono” a la jugadora del Tottenham Hotspur Renee Hector. Además de la sanción, Jones fue multada con 200 libras (223 euros) y, ante las acusaciones, el Sheffield rescindió su contrato. Finalmente, la futbolista decidió dar por terminada su carrera, retirándose con 27 años y “con todo el pesar de mi corazón” puesto que el equipo ni la organización “confían en mí”.

Esa organización, la Federación de Fútbol Inglés (FA), también denunció recientemente otro caso. Esta vez, fue al exfutbolista del Newcastle United y extrenador de la cantera, Peter Beardsley, acusado de tres cargos por usar “lenguaje racista” con varios jugadores del mismo club. El que fuera internacional con Inglaterra y jugador de las ‘Urracas’ por más de 300 partidos, tiene hasta el 12 de abril para responder a los cargos de los que se le acusan, entre ellos diferentes insultos por “referencias étnicas” y la intimidación de algunos jugadores como el centrocampista Yasin Ben El-Mhanni.