Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


Gótico esplendoroso

12/11/2021

Veinte años después de formalizarse el Fuero de Brañosera (Palencia), lo que daría lugar a la primera organización administrativa local, en marzo del 844, el conde Diego Rodríguez funda Burgos, en torno al Cerro de San Miguel, donde hoy se pueden ver todavía los restos de su castillo. Mientras contemplo la panorámica desde las ruinas, intento rescatar las batallas vividas en aquella ciudad considerada Cabeza de Castilla. Recuerdo las palabras de la guía: «Hay que ponerse las gafas de la época», para buscarle sentido a tantas historias como nos han llegado, escenas que se pierden de tantas veces como se contaron, o que se tergiversan dado la cantidad de personajes que intervienen en ella. Visita obligada a la Casa del Cordón, palacio que fuera de los Condestables de Castilla, en la plaza del Mercado Mayor donde mandaban a las fuentes manar vino en las celebraciones importantes.
En 1497 los Reyes Católicos reciben a Cristóbal Colón que vuelve de su segundo viaje a América. Todo ha cambiado tanto que lo que se consideró una gesta durante cientos de años está a punto de ser devorado por las nuevas generaciones que no lo reconocen ni en los libros de historia. Y, cosa importante, que nadie se pone las gafas del momento, tan necesarias para entender su vida y seguir con la nuestra.
Naturalmente, el ambiente por donde nos movemos, el tiempo que acompaña, que no es propio de Burgos en septiembre, la guía que nos lleva con soltura y gracejo por la historia de la ciudad, todo parece acompañar en este paseo irrepetible por una de las ciudades con tanto peso en aquella historia de España. Pero, sin obviar las casas de los nobles y la magia del Medievo que envuelve al casco histórico, en Burgos, la catedral lo dice todo, la primera de este estilo en la Península, uno de los tres Bienes burgaleses declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El día 20 de julio de 1221 se coloca la primera piedra, aprovechando la visión y maestría de los franceses. Habían de pasar 39 años para verla ya moza, aunque siguen las obras en los siglos siguientes, levantando un claustro nuevo en el último tercio del siglo XIII y construyendo capillas nuevas desde el XIV al XVIII.