Curtido en mil batallas, viviendo situaciones favorables y adversas, el gran capitán afronta un nuevo play-off, con la experiencia de saber que lo anterior ya nada cuenta.
Reconoce, eso sí, que el cruce ante el Bilbao llega tras  «no haber dejado buenas sensaciones en Granada, pero sabemos que ahora ha acabado la liga regular y que lleva un play-off que es totalmente diferente».
Durante estos días, hasta el doble enfrentamiento de esta semana en tierras vizcaínas toca «olvidarse de todo lo que hemos hecho hasta ahora. Sabemos que hay que ganar tres partidos para estar en la final-four y a partir de ahí trabajar exclusivamente esta semana para intentar ganar el primer partido y conseguir que el factor campo vuelva a Palencia. Estamos bien. Ha sido una liga extraña, con altibajos, una especie de montaña rusa,  con tramos muy malos, tramos buenos, partidos muy buenos, partidos muy malos, dentro de un mismo partido minutos buenos y otros malos. Pero bueno, tenemos que olvidarnos de todo esto. No todos los equipos pueden jugar un play-off, de hecho ya hay algunos de vacaciones y por lo tanto es bonito, apasionante.Jugamos ante un gran rival, en un gran pabellón, lo que nos tiene que servir de motivación».
El factor mental es importante para afrontar este tipo de encuentros. «Esa extramotivación de vernos en el play-off nos debe dar, por ejemplo, que si estamos diez puntos abajo no significa que el partido esté acabado y en los últimos partido sí hemos pecado de eso, recibimos el primer golpe y nos venimos abajo. Nuestra mejora pasa por ser más fuertes mentalmente», asegura.

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