Gorka Espiau aboga por desarrollar proyectos interconectados entre sí como pilar de futuro para la comarca del Alto Carrión. Un territorio en el que, según defiende, aún se está a tiempo de actuar y para la que los fondos de Transición Justa pueden ser una gran oportunidad.
¿Cómo puede una comarca históricamente dedicada al monocultivo de carbón y la producción de electricidad cambiar de mentalidad y girar hacia el emprendimiento?
Lo que nos dice la experiencia es que hay dos cambios fundamentales que hacer. El primero es de tipo culltural, es decir, una comarca que ha estado dedicada a una actividad en concreto, de repente tiene que aprender a hacer otras cosas. Esto es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer. Entender cuáles son las percepciones que tiene la gente sobre lo que quiere hacer y lo que es posible, es fundamental y por eso esta Plataforma de Innovación Ciudadana dedica una primera fase a entender toda estas cuestiones, que son fundamentales. En segundo lugar, hay que cambiar la mentalidad de un proyecto estrella en el territorio por una batería de iniciativas interconectadas entres sí.
¿Cuáles son las principales fortalezas del noroeste de la provincia?
Tiene un conocimiento relacionado con la industria y con la manufactura que se puede utilizar para desarrollar otro tipo de actividades que no son las mismas ni son iguales, pero que guardan una relación.
Cuando se cierran plantas como la de Velilla, inmediatamente se hace una apuesta, por ejemplo, por el turismo, y pensamos que nos va a solucionar el problema. Pero ese turismo no está aprovechando un conocimiento avanzado que hay en la comarca.
¿Es el momento de cambiar el chip y apostar más por las pymes, autónomos y emprendedores en lugar de por una gran empresa con cientos de empleados como fueron las minas o la térmica?
Puede haber grandes y pequeñas empresas, todas pueden convivir, pero el riesgo para el futuro de una comarca es enorme si solo se depende de una gran compañía. Hay que ampliar el abanico y no pensar solo en alguien que sustituya a Iberdrola, porque eso es muy complicado.
¿Ayudarán a la reactivación económica los fondos de Transición Justa?
Son una oportunidad tremenda para la comarca de Guardo, pero también tiene un riesgo muy alto. Si estos fondos no son canalizados hacia procesos bien estructurados y conectados entre sí, se corre el riesgo de repetir los errores de otros momentos históricos [Fondos Miner, por ejemplo]en los que se inyectan grandes cantidades de dinero hacia proyectos que no tienen capacidad de mantenerse en el tiempo. Lo interesante es encontrar un equilibrio.
Se ha esperado al fin de la minería en toda la cuenca y al cierre de la central de Velilla para buscar alternativas de futuro, en lugar de trabajar en ellas con el tiempo suficiente. ¿Se llega demasiado tarde o se está aún a tiempo de actuar?
Para nosotros, el momento perfecto es cuando se empieza. En el momento actual hay una serie de elementos positivos que hay que aprovechar. Cuantas más iniciativas conectadas haya, mayor será el éxito. Es muy difícil encontrar una empresa como Iberdrola que quiera participar en un proceso de estas características.
¿Qué papel juega el emprendimiento en el futuro laboral y económico de zonas periféricas como la Montaña Palentina?
El emprendimiento no es que venga un Steve Jobs [confundador de Apple] que desarrolle una cosa mágica que cambie la comarca de un día para otro, es una actitud que afecta a todas las personas e instituciones de intentar cosas nuevas. No hay que entender el emprendimiento como unas personas especiales con unas capacidades diferentes a las de los demás. Cuando se hace así, el impacto suele ser muy pequeño, porque les damos el carácter de persona tan especial que acaban por marcharse.
¿Cómo afecta al desarrollo industrial del Alto Carrión sus deficientes conexiones por carretera y tren?
Cuanto mejor conectado estés, todo es más fácil. No obstante, la globalización de los procesos actual es tan intensa que hay ecosistemas de innovación avanzados en lugares absolutamente dispares. Las inversiones en infraestructuras no garantizan un desarrollo económico. Tiene que haberlas, pero eso no va a solucionar el problema de generación de empleo.