El 60 por ciento de los cerca de 15.000 participantes que han pasado hasta el momento por el programa Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario (LEES) ha modificado su situación laboral. Dicho de otro modo, seis de cada diez usuarios del proyecto impulsado desde la Fundación Santa María la Real han encontrado un trabajo por cuenta ajena, han emprendido o puesto en marcha su propio negocio, han ampliado su formación reglada o han realizado certificados de profesionalidad que conllevan la realización de prácticas laborales.
Así lo atestiguan los datos recopilados por la entidad aguilarense, que puso en marcha el programa en 2013 y hasta la actualidad ha impulsado más de 600 Lanzaderas de Empleo por todo el país. «Son resultados muy positivos, teniendo en cuenta que cada lanzadera dura cuatro o cinco meses. No en vano, hemos recibido catorce premios por la innovación metodológica que supone LEES y por los frutos obtenidos», indican desde la FSMR.
«El proyecto ha llegado a cerca de 300 ciudades de todas las comunidades autónomas, incluidas las Islas Baleares y Canarias, así como las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla», continúan desde la institución norteña, que además de afianzar el programa en toda la geografía española, ha traspasado fronteras implantando el programa LEES con éxito en Portugal y en Italia. «Continuamos trabajando en el escalado internacional en otros países europeos», añaden.
Así, a lo largo de estos siete años la Fundación Santa María la Real ha ayudado a miles de personas a desarrollar sus competencias, perfeccionar sus habilidades y, sobre todo, a enfrentar la búsqueda de empleo de una forma activa. «Por las Lanzaderas han pasado hombres y mujeres de diferentes edades (18-60 años), con diversos niveles formativos (sin estudios, ESO, FP, Bachillerato y universitarios) y procedentes de todos los sectores profesionales, con o sin experiencia propia», apunta la FSMR.
En este sentido, un dato interesante es que el 60 por ciento de los participantes en este programa son mujeres, algo que, según explican sus impulsores, obedece a dos motivos: un mayor porcentaje de paro en el sector femenino y una mayor participación de ellas en este tipo de iniciativas colaborativas.
«En estos años, también nos ha dado tiempo a crear diferentes modalidades de lanzaderas, adaptando su metodología a las casuísticas y las necesidades de aquellos colectivos o sectores más castigados por el desempleo. Por un lado, las mujeres, con lanzaderas específicas para hacer frente a una tasa de desempleo del 15,55 por ciento, tres puntos porcentuales por encima de los hombres; y, por otro, las personas mayores de 45 años, con programas especializados en visibilizar el talento senior y trabajar las barreras de la edad en el acceso al mercado laboral», expresa la Fundación.
Asimismo, la entidad ha abordado el reto de la digitalización del mercado de trabajo con la puesta en marcha de Lanzaderas Digitales, en las que se entrenan especialmente aquellas competencias que son imprescindibles para sobrevivir en este entorno globalizado e interconectado que, como apuntan desde la FSMR «está transformando todas las profesiones y haciendo surgir otras nuevas».
Todo ello se complementa con las Lanzaderas Sectoriales, que tratan de hacer frente a la demanda de profesionales en aquellos sectores de actividad para los que no existen personas formadas en determinadas competencias técnicas y transversales.
«Como resumen, en estos siete años hemos apostado por la innovación social para crear nuevas soluciones a los problemas de las personas, para responder a sus necesidades laborales. En ese reto no hemos estado solos. Hemos contado con el apoyo de numerosas entidades públicas y privadas, con una gran red de profesionales y voluntarios, con el trabajo comprometido de todos nuestros técnicos y con la ilusión, el esfuerzo y las ganas de trabajar de miles de personas que nos han demostrado que, cuando les das una oportunidad, te pueden emocionar», expresan finalmente desde la FSMR.