"Solo pedimos que no nos quiten la ilusión de seguir trabajando", es el mensaje que lanzó ayer el vicepresidente y portavoz de la Agrupación de Vendedores de Combustibles y Carburantes de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, que lamentó, en declaraciones a Diario Palentino, el esfuerzo que supone para el sector abrir las estaciones de servicio al 100 por 100 -más de 700 en la comunidad autónoma y 66 en la capital y provincia de Palencia- dada la caída de las ventas en un 84 por ciento.

En su opinión, la situación es «dramática, nunca se ha vivido algo parecido y la preocupación es enorme», al tiempo que significó que nadie puede pensar que «se sea insolidario» por haber solicitado hace varias semanas, a través de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, servicios mínimos.

«Aquí y a nivel nacional se pedía reducir el número de surtidores abiertos cuando solo se consume un 20 por ciento de combustible tras decretarse el estado de alarma. Lo contrario es absurdo cuando la demanda es tan pequeña al estar paralizadas muchas actividades económicas y la movilidad es muy reducida», denunció.

Las gasolineras pierden el 84% de ventas - Foto: Óscar NavarroAdemás, dado que en España existen en torno a 12.000 estaciones de servicio, Rafael Pizarro expuso la posibilidad de ser un foco de posible contagio del Covid-19 esta ahí. «Si empezara a enfermar algún empleado, pese a las estrictas medidas de protección que adoptamos, el problema de salud derivaría en la obligada cuarentena  y ese punto de suministro se cierra. Debemos administrar bien lo que tenemos porque se trata de un servicio esencial para el país y su economía. Con un tercio de estaciones abiertas, unas 3.000, sería suficiente con la actual demanda y se salvaguardaría la salud de trabajadores y clientes», arguye.

El presidente de la patronal regional añadió que mucho antes de que se decretara el estado de alarma los empleados de las gasolineras, de forma preventiva, ya disponían de guantes, mascarillas, gafas protectoras y geles hidrológicos. «No hemos pedido nada, pero lo lógico es que en servicios esenciales el Gobierno proporcione los equipos de protección individual. Además, se emplea muchísimo jabón, agua y lejía para desinfectar continuamente las instalaciones», afirmó.

agradecimientos. Rafael Pizarro quiso agradecer la labor de los trabajadores que están en la primera línea de lucha contra la pandemia del Covid-19 para ayudar a todas las personas que en esta crisis sanitaria lo están necesitando.

 Dijo que en su sector no se quieren aplausos ni reconocimientos, ya que deben ser para los que realmente se los merecen. «En este sentido vaya un agradecimiento de todo corazón para los sanitarios y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Ellos van a pecho descubierto y con muy pocos medios de protección. También se exponen, pero menos, el camionero, el gasolinero o el farmacéutico...Y gran mérito tiene quien va todos los días a una fábrica donde hay muchas personas juntas. Todos formamos parte de un eslabón de tiro de una cadena», concluyó.

«Nunca nos llegó un euro de ayuda pública por crear empleo rural»

El vicepresidente y portavoz de la patronal  denunció que el de las estaciones de servicio es el único sector que abre «pero no trabaja y ve cómo pasan las moscas», ya que no hay apenas tránsito, salvo camiones y solo unos pocos coches que gente que va a trabajar. 

«La mayoría somos pequeñas empresas y, en un tiempo indeterminado aún por la situación que se vive, nos podemos ver obligados a despedir empleados o a cerrar. Es una pena porque luego a los políticos se les llena la boca y hablan de mejorar la España vaciada y este sector genera numerosos puestos de trabajo en el medio rural», dijo.

Además, remarcó que el Estado o las administraciones autonómicas «nunca le dieron ni un solo euro por crear y mantener empleo en las zonas rurales» a su sector, y sentenció: «si los autónomos y pequeñas empresas cierran, este país y cualquier otro se para».