LUZ TRAS EL OLVIDO

E.M.
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Siente el monasterio de Santa Cruz de la Zarza un poco suyo, de ahí que se haya implicado en una publicación sobre su historia y características

LUZ TRAS EL OLVIDO - Foto: Óscar Navarro

Desde la ventana de su casa ha visto desde niña el monasterio de Santa Cruz de la Zarza, en Ribas de Campos. Hoy es la autora de una completa publicación sobre la historia y los momentos clave por los que ha pasado este templo.

Graduada en Historia del Arte, realizó un máster en Economía y gestión de la cultura, y en su trabajo fin de grado llevó a cabo una revisión bibliográfica de las fuentes escritas sobre el cenobio, así como una descripción artística e histórica. «Se trata de un trabajo de investigación sobre lo escrito del monasterio, cuyos primeros datos se remontan al siglo XVI, para luego sufrir un parón en el siglo XX debido a la compleja situación jurídica en que se encontraba», comenta Luisa González.

Y es que, durante muchos años,  las desavenencias entre la Diócesis de Palencia, que reclamaba la titularidad del edificio, y los propietarios de la explotación agropecuaria en la que se encuentra, hicieron que el templo quedara en el olvido.

De ahí, que esta publicación llegue en un momento muy concreto y de forma acertada, pues la Diócesis de Palencia ha recuperado las llaves del templo, que antes estaban en manos privadas.

«Con la desamortización, se cometió una ilegalidad, pues los terrenos en los que se ubica se podían vender, pero la iglesia no. El religioso que estaba en aquel momento lo malvendió a los dueños del terreno, que tenían un escrito como que el templo era suyo», cuenta. De ahí que durante años se hayan vivido momentos de tensión entre las partes.

González Pérez hace referencia a la zona y al contexto en el que se enmarca el templo. «Hay muchos monasterios un muy pocos kilómetros a la redonda, aunque no quedan muchos ejemplos». Además, realiza una descripción artística del templo  y una revisión bibliográfica.

«Se aprecian determinados fallos que se han ido asumiendo con la creencia de que eran verdad, como que se trata de un monasterio cisterciense o que la primera orden que llegó fue la de Santiago, cuando no existía cuando se levantó», revela Luisa González.

Explica que se trata de un monasterio premostratense del siglo XII, en el que lo más importante es la sala capitular, «que tiene unos tallados que no son habituales»

Tras el acuerdo al que se ha llegado por el que la iglesia es de la Diócesis y los terrenos privados, se ha reparado la torre y está previsto el acondicionamiento de los entornos. «No entiendo cómo un monumento de estas características puede estar así y que nadie se haya preocupado de hacer algo durante tanto tiempo», revela. Así, el año pasado comenzaron a permitir las visitas y se ha creado una asociación en favor del monasterio.

El 15 de junio, a las 19 horas, se presentará la nueva publicación en el propio templo. La recaudación que se obtenga de las ventas se destinará a su conservación