Con el objetivo de «enviar un mensaje para concienciar a la sociedad de que la oveja churra debe seguir existiendo», la XXXII Feria Nacional de Ganado Ovino de esta raza abrió ayer sus puertas reuniendo a ganaderos procedentes de Palencia, Segovia, Valladolid, Ávila, Burgos y Zamora, pero también a un importante número de público que se acercó hasta el Mercado Comarcal de Ganado de Palencia (en la carretera de León) para disfrutar de las distintas actividades programadas.

«La raza churra es la oveja que está, vive y pasta en los pueblos, por lo que es el ganado que mantiene el medio rural; el que pastorea, come y desbroza el campo, por lo que es el que mejor lo mantiene y sostiene», explicó Mariano Paramio, presidente de Anche, la asociación creada en 1973 con el fin de «identificar, controlar y mejorar las ovejas de raza churra» de la región, y que en la actualidad cuenta con 158 ganaderos asociados, 29 de ellos en Palencia.

Un escaparate del ovino churro, al que Anche ha dado un espectacular vuelco ya que, junto a los tradicionales concursos para los profesionales, hay un variado programa de actividades que buscan «enseñar al público en general qué es la oveja churra y los lechazos, así como los productos que hay en la provincia», especificó Mariano Paramio.

Música, talleres gastronómicos, venta de productos -queso, embutido, dulces, artículos de cuero...- e incluso un bar. Actividades que se han reforzado, además, con la primera edición de unas jornadas en bares y restaurante en torno al lechazo churro.

«La feria ha sacado este año mucho músculo, porque ha dado un paso cualitativo muy importante en la profesionalización de la feria, ya consolidada tras 32 ediciones, al abrirse al público en general», reconoció el director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, Óscar Sayagués.

Sayagués resaltó que la churra «es una de las más importantes de todo el panorama ganadero regional y nacional».