El cuadragésimo Festival de  Teatro Ciudad de Palencia bajó ayer el telón y el balance es satisfactorio. «El público ha respondido y se han superado las cifras del año pasado», avanzó la concejala de Cultura, Laura Lombraña. «El espectador quiere cosas diferentes y muchísima calidad y esas dos variables siempre se respetan», subrayó. 

Cuando caiga la nieve, a cargo de Belloch y Becuadro, cerró el festival. «Hacemos teatro para conseguir que haya un encuentro bonito entre lo que ocurre en escena y los espectadores que se ponen delante. Hoy (por ayer) va a ser una hora y cuarto de una experiencia especial, que nos haga un paréntesis en la vida de todos los días», afirmó el diretor de la obra, Julio Provencio. «Cuando caiga la nieve se plantea como una historia pequeña que ocurre en las calles de Madrid y, sin embargo, lo que hemos podido comprobar con la gira es que, a pesar de ello, se convierte en una historia muy universal, que nos toca un poco a todos», comentó. A partir de un «evento anecdótico», como la pérdida e una urna funeraria, «vamos a ver cómo a esos personajes se les va desencajando la vida y lo que comienza es una pequeña revolución». 

Las dificultades de producción «siempre existen», señaló Provencio, quien acostumbra a no quejarse «demasiado». «Creo que no se puede trabajar desde autocompasión porque no podemos hacer las cosas mejor. Hay que luchar por un lado para que las cosas sean más favorables y al mismo tiempo mostrar que somos capaces de trabajar con lo que ya tenemos». concluyó.

otoño cultural.  Concluido el Festival de Teatro, espera a los espectadores el Otoño Cultural que, entre otras propuestas, incluye Señor Ruiseñor, con Juglars, el 31 de octubre; Los días de nieve, de Alberto Conejero, con Rosario Pardo, el 26 de octubre; accIDent, por caraBdanza, el 18 de octtubre La voz dormida, de Dulce Chacón, con Laura Toledo, el 17 de octubre, y Gaia, por Cia. Entremans el 9 de octubre.