El nuevo entrenador del Palencia Baloncesto, Pedro Rivero, fue anunciado por el club hace varias semanas, pero debido a los diferentes compromisos de los integrantes del club y, claro está, a las limitaciones que impone la pandemia que no termina, no había sido posible todavía que el segoviano fuera presentado de forma oficial, lo que por fin se produjo en la tarde de ayer en el concesionario Adarsa de la capital.
Con el presidente del club palentino, Gonzalo Ibáñez, como maestro de ceremonias, Clemente Gómez como anfitrión (responsable de Adarsa en Palencia) y la atenta mirada de Alberto Antuña, la otra novedad del cuerpo técnico (que aprovechó su presencia en tierras palentinas para conocer a la nueva directiva y presenciar en vivo el acto), Rivero ofreció sus impresiones como responsable del banquillo morado.
El técnico, ahora que casi ha terminado (en compañía del vicepresidente del Palencia Baloncesto, Fernando Martínez-Zulaica) de configurar la plantilla que entrenará en la temporada 2021-22, reconocía estar «muy contento e ilusionado por estar en un club histórico. Y muy contento por cómo se está desarrollando todo el proceso de configuración de la plantilla».
Ya de forma oficial - Foto: Sara MuniosgurenHabía introducido al técnico el presidente de la entidad, un Ibáñez que agradecía a «Adarsa el apoyo de muchos años al club», también daba la bienvenida a Antuña y destacaba que Rivero «es el entrenador que estábamos buscando». A ese respecto, indicaba más tarde que la figura de Pedro como nuevo entrenador (que afrontará su cuarto curso al frente de un equipo -hasta ahora dirigía al Alicante- tras una dilatada trayectoria como jugador) está siendo importante (además del buen hacer del club durante las últimas dos décadas) a la hora de convencer a los jugadores para fichar.
Clemente Gómez, por su parte, también recalcaba que Adarsa lleva «muchos años colaborando con el club y estamos encantados. Apoyamos el deporte y siendo el club más importante, tenemos que estar a su lado».
RIVERO. El entrenador hablaba de un «juego dinámico» para enganchar a los aficionados, no en vano el primer «movimiento fue un base, Micah, que unido a un Dani que ya teníamos y un pívot como Bamba Fall» ya muestra algunas de las intenciones del proyecto baloncestístico que guiará este curso.
Eso sí, avanzaba, sus equipos «no dependen de una sola persona». Y explicaba que el ala-pívot que cerrará la plantilla (a expensas de que pueda llegar un último complemento en caso de que el fichaje restante no fuera jugador de formación -se requieren cuatro y la plantilla de momento suma tres-) será «un perfil distinto a lo que ya tenemos».
Los que ya están son «jugadores competitivos. Tenía claro cuáles eran los perfiles que buscaba, aunque a veces no es tan sencillo que vengan los jugadores que tú quieres», explicaba Rivero.
Y una vez que tenga a todos sus jugadores, «considero muy importante el primer mes y medio de trabajo. Aunque luego hay muchas cosas que se pueden mejorar, pero ese comienzo lo valoro mucho», declaraba.
AFICIÓN. Gonzalo Ibáñez también hablaba del futuro, de las posibilidades de contar con público y con cuánto al inicio del curso, con «optimismo, aunque esta última ola nos ha frenado ese optimismo», reconocía.
Considera que la afición habrá «perdido un poco el hábito, pero también tiene hambre de baloncesto y nuestra masa social es fiel y nos acompañará».