Dio a luz sola en casa el 3 de febrero. Sus padres se alarmaron -al parecer, desconocían su embarazo-, al presenciar el estado de debilidad que presentaba su hija, por lo que la espetaron a que fuera examinada por un equipo médico. La joven reconoció que tras sufrir un aborto espontáneo asustada lanzó el feto, que no llegaba a los seis meses de gestación, al contenedor porque no estaba vivo. Estas fueron las principales declaraciones que hizo la joven de origen latinoamericano, de 26 años, tras pasar ayer a disposición del juzgado de instrucción número 2 Palencia, que se encontraba de guardia, después de que fuera detenida por la Policía Nacional el pasado domingo como presunta autora de un delito de aborto.

Según informaron a Diario Palentino fuentes de la causa, la joven, que llegó al juzgado sobre las 11,30 horas procedente de los calabozos de la Comisaría ubicada en la avenida de Simón Nieto, decidió prestar declaración ante el juez, a diferencia con el criterio que había mantenido con los agentes que llevan a cabo la investigación en la sede policial. 

Dos horas después, la chica abandonó la sede judicial con el auto firmado por el juez, en el que establecía que permanezca en libertad, aunque con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes ante el juzgado que instruya la causa, que por la fecha de los hechos podría ser el de primera instancia e instrucción número 6, según indicaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

La joven, junto a su abogado, relató ante el juez su versión de los hechos indicando que el aborto lo sufrió de forma espontánea el pasado lunes 3 de febrero en su casa y sola. Siempre según su testimonio, el feto, que no llegaba al sexto mes de gestación, nació muerto y como se asustó decidió deshacerse de él tirándolo a un contenedor de basura. 

Mujer que tiró el feto dice que sufrió un aborto espontáneo - Foto: BrágimoA partir de aquí, el relato de los hechos es más o menos el conocido, especialmente después de que acudiera al hospital Río Carrión el pasado sábado una vez que sus progenitores se dieran cuenta de que no se encontraba bien de salud. Al día siguiente, domingo, la mujer quedó ingresada en el centro hospitalario pero en calidad de detenida.

La Policía Nacional investiga desde entonces la veracidad de estos hechos, si el aborto fue espontáneo o provocado, si realmente arrojó al feto a la basura y si hay más personas implicadas en este suceso.

Además, la Policía Judicial, con la colaboración de los trabajadores del Centro de Tratamiento de Residuos de Palencia y de la Unidad Canina de la Policía Nacional, retomó ayer martes las labores de búsqueda del feto en el vertedero, que ya inició el lunes, aunque hasta la fecha sin resultados positivos.

Mientras la defensa legal de la mujer sostiene que no hay perpetración de delito al considerarse un aborto espontáneo, la Policía Nacional seguirá con sus pesquisas en el vaso de rechazos ubicado en el Centro de Tratamiento de Residuos para tratar de localizar si es posible restos biológicos.

Según explicó Juan Carlos Calvo Bellota, adscrito al Consorcio Provincial de Residuos, lo primero que se llevó a cabo el lunes fue acotar la zona donde se había dejado el residuo que corresponde con la fecha en la que presuntamente la mujer arrojó el feto a la basura, concretamente hace un par de semanas.

Se buscó entre más de 2.000 toneladas de basura amontonadas en dos zonas perfectamente identificadas en el vaso de rechazo, una de unos mil metros cuadrados con un espesor de un metro y otra de 800 metros cuadrados con un espesor de dos metros, explicó. En total, se inspeccionó un terreno en el que existen 2.400 metros cúbicos de residuos, sin éxito.

 «Es una cantidad muy elevada de residuos para buscar algo tan pequeño que además es de origen orgánico», comentó, a la vez que aseguró que esto complica el éxito de la búsqueda, ya que en el manejo de la basura se emplea maquinaria pesada que puede deteriorar los depósitos. 

Pese a que inicialmente se informó de que ayer martes podría llevarse a cabo, con maquinaria más especializada, un cribado, una operación que es mucho más «ardua y complicada» con el objetivo de «descompactar» el material para que el rastreo sea mucho más efectivo, finalmente volvió a ser la unidad canina la que llevó las labores de búsqueda. De hecho, por el momento se ha descartado realizar dicho cribado con maquinaria especializada.