De Palencia a Euroliga

David del Olmo
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Jaime Pradilla y Steve Vasturia han seguido el camino que una década antes recorrió Nikola Mirotic

De Palencia a Euroliga - Foto: GEORGIA PANAGOPOULOU

Hace una década un jovencísimo Nikola Mirotic se reincorporaba a la disciplina del Real  Madrid tras un curso 2009-10 (el del debut morado en la LEB Oro) cedido en el Palencia Baloncesto a las órdenes de Natxo Lezkano, abriendo un  camino que recientemente han ascendido otros dos exmorados, Steve Vasturia y Jaime Pradilla, todos ellos disputando actualmente la Euroliga, la máxima categoría del baloncesto continental.

El paso de Mirotic (joya entonces de la cantera blanca) por el pabellón municipal y por la segunda competición nacional fue una rara avis en aquellos tiempos, aunque un simple vistazo a las actuales plantillas de la ACB permite comprobar cómo ha cambiado la situación. El regreso de los ascensos a la Liga Endesa ha introducido equipos desde LEB Oro, cuyos directores deportivos conocen muy bien su categoría de procedencia. Aquella cesión fue una de las pioneras.

Nikola (cumplió a19 años en Palencia) pasó de promediar 8 puntos (34,6% en triples) y 4,6 rebotes (1,4 ofensivos) en 20:16 de juego, en 31 partidos, a recibir en la 2010-11 el Premio Rising Star de la Euroliga (que repetiría un año más tarde).

De Palencia a EuroligaDe Palencia a Euroliga - Foto: Miguel Ángel PoloLuego se iría a la NBA (Chicago, New Orleans y Milwaukee), tras ganar dos Copas del Rey, una ACB, dos Supercopas y ceder en la final de las Euroligas 2011-12 y 2013-14. Y el pasado curso volvió a España, al Barça, como referencia en Europa.

VASTURIA. El escolta estadounidense apuntaba a grandes objetivos en Palencia en la 2018-19, primero entrenado por Alejandro Martínez y luego por Carles Marco.

El campeonato anterior, tras su brillante paso por la NCAAen la Universidad de Notre Dame,  había llamado la atención del Alba Berlín, que lo fichó mediado el curso. Apenas había jugado, por eso decidió bajar un escalón y fichar por el Palencia.

Todo un acierto. Firmó un curso espectacular: 15,9 puntos (34,2% en triples), 5,4 rebotes y 3,5 asistencias en 39 choques (30:29 de media), incluyendo los cinco del play-off ante el Bilbao. Todo un escaparate para que la Bundesliga volviera a fijarse en él. Brilló el pasado curso en el Rasta Vechta de Pedro Calles. Y, de ahí, al Zalgiris. 

El viernes no jugó con el equipo lituano, ya que se lesionaba en diciembre (al menos para dos meses por un desgarro parcial en el ligamento de la rodilla). Promediaba, tras 12 partidos (14:56 de media), 3,5 puntos (43,8% en los triples), 1,3 rebotes y casi 1 asistencia por choque.

PRADILLA. Y el más próximo, el pívot aragonés, que llegaba a tierras palentinas cedido por el Zaragoza en la 2019-20 y, dado que la temporada quedó inacabada (jugó 24 encuentros y promedió 5,5  puntos y 3,1 rebotes en 14:43 de juego), la anómala circunstancia le sirvió para regresar a la capital maña y participar con su club en la fase final de la ACB, donde fue una de las sensaciones.

No en vano debutaba en la temporada ACB y promediaba en los cinco choques de su equipo en la burbuja de Valencia 8 puntos y 3,2 rebotes en 14:24 de juego). Esa tremenda progresión de un jugador de 19 años (acaba de cumplir los 20) de un año a otro hizo que el Valencia Basket se interesara por él y lo fichara para su proyecto. Hoy juega Euroliga sin desentonar ante los mejores pívots del continente. Hace un año, tal día como hoy 17 de enero, jugaba en Melilla con el Chocolates Trapa (Destino Palencia), con el que anotó ocho puntos y cogió 5 rebotes. 12 meses después, esta tarde juega en la pista del San Pablo Burgos tras haber disputado el viernes 5:45 en la victoria del Valencia en La Fonteta ante el Estrella Roja.