Un poco de tradición y mucha reivindicación

A: Benito
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Zamarrones y mascaritos volvieron a reunirse ayer en la plaza de España. Los pueblos y sus servicios centraron la lectura de coplas

Un poco de tradición y mucha reivindicación

Los mensajes reivindicativos que no se escucharon en el  gran desfile de Carnaval sí que estuvieron presentes ayer a mediodía en la plaza de Aguilar, lugar en el que se congregaron cerca de medio centenar de zamarrones y mascaritos para, por segundo año consecutivo, rescatar una tradición de la que disfrutaron cientos de personas. 


Cencerros, cuernos y carracas anunciaron la salida de los personajes, entre los que no faltaron el oso, el aliguí, la vejanera, el ciego, el espantapájaros y otros muchos acompañantes ataviados con trajes y máscaras hechas a partir de harapos, elementos naturales y restos de animales como huesos y pieles. Disfraces rescatados del pasado gracias a la información proporcionada por personas que conocieron el carnaval antes de la Guerra Civil. 


Tras recorrer varias de las calles de la villa galletera, llegó la hora de la reunión y de hacer reír al público con la puesta en escena de la parodia del Doctor Bombasi. De esta forma, los impulsores de esta actividad  recuperada por ARCO hacían regresar a este personaje que antaño animó la celebración del entroido en Aguilar. 

Un poco de tradición y mucha reivindicaciónUn poco de tradición y mucha reivindicación


El medio rural y unos servicios dignos y de calidad para sus habitantes fueron algunos de los temas que centraron las coplas que resonaron en la plaza de España. También hubo tiempo para los chascarrillos, entre los que no faltó el año 0202, que fue el que iniciaron el 1 de enero los vecinos de la localidad según las luces de año nuevo de la torre de la iglesia.


El manteo del pelele precedió a su posterior quema. Esta vez le tocó a Renfe y a su decisión de cerrar las taquillas de las estaciones más pequeñas ilustrar a un personaje que acabó hecho cenizas. En esta ocasión, el acto concluyó con la actuación del Grupo de Panderetas de Cervera de Pisuerga, que además de interpretar varias canciones con uno de los instrumentos más importantes de la traición musical de la zona, también deleitó al público con un baile.