El barrio de San Pablo concitó ayer, con un día muy soleado que invitaba a no dejar la calle, buena parte de la actividad carnavalera. La animación para niños, los atractivos disfraces y los bailes reunieron a cientos de personas de toda la capital y a familias al completo para disfrutar aún más.

La mañana se mezcló con el vermú y apenas hubo tiempo para la siesta, ya que la caída de la tarde en San Pablo fue escenario de la celebración de una fiesta infantil donde se dieron cita, de nuevo, cientos de disfrazados que  disfrutaron de cuentacuentos y el reparto de chocolate y orejuelas.

En el programa del carnaval se incluyó  también un mercadillo solidario del colectivo Merkarastro El Vestigio que reunió una treintena de puestos con libros de viejo, artesanía, juguetes, muñecos de peluche, antigüedades y bisutería.

fondos benéficos. La venta se destinó íntegramente a la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Palencia (Fedispa), tal y como explicó a DP el secretario, Ricardo García, presente en el mercado con un puesto informativo. «Además de lo recaudado es muy importante que estemos aquí. De esta forma se visibiliza nuestra labor y se lo agradecemos a la organización», dijo.