Los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, consigueron reunir en la mañana de ayer a cerca de 3.000 personas en la manifestación del Primero de Mayo, que partió a las 12,30 horas del Salón y finalizó en la plaza Mayor. Los secretarios provinciales de ambas organizaciones fueron los encargados de dirigirse a los presentes. En sus intervenciones hicieron especial hincapié en su confianza en que se forme un Gobierno progresista tras las elecciones generales del 28-A que ayude a recuperar los derechos laborales perdidos. En sus discursos se refirieron a los problemas que han padecido los jóvenes, las familias, los pensionistas, las mujeres y los empleados públicos durante los últimos años y por ello, exigen al próximo Gobierno que aplique el decálogo que presenaron a todos los partidos antes de los comicios. En él, piden la derogación de las últimas reformas laborales y de la Ley de Pensiones de 2013, una reforma fiscal justa, mayores recursos para recuprar el Estado de Bienestar previo a la crisis y la reforma del Codigo Penal en lo que a la Ley Mordaza se refiere.