Recibe el alta una mujer hospitalizada por Covid 108 días

Rubén Abad
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Laura Dominica se recupera de la enfermedad en casa, arropada por los suyos. La paciente ha pasado por la Unidad de Cuidados Intensivos y las plantas séptima y novena del hospital

Recibe el alta una mujer hospitalizada por Covid 108 días

La crisis sanitaria del Covid-19 deja tras de sí una larga lista de historias dramáticas difíciles de superar, de pérdidas irrecuperables y, también, una huella piscológica entre los propios infectados y sus familiares que tardará en borrarse. Pero la pandemia del coronavirus también deja historias que se escriben con final feliz, como la de Laura Dominica, que el miércoles recibía el alta tras un largo ingreso hospitalario en el Río Carrión de 108 días, 85 de los cuales ha permanecido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa).
La relación de esta vecina de Magaz de Pisuerga con el virus se remonta al pasado 12 de abril, un día que la paciente y su familia tienen grabado a fuego en la memoria. Un pico de fiebre fue el primer síntoma de que algo anómalo estaba sucediendo, y una noche entera en vela por una fuerte, constante y molesta tos la que desató todas las alarmas. Nunca llegó a ahogarse, tal y como declara para Diario Palentino su hijo, Guillermo Marcos, «pero mi padre la llevó aquel día a Urgencias y allí se quedó hasta este miércoles». Bien es cierto que, en un principio, pensaban enviarla a casa, pero los resultados de la radiografía que la practicaron aconsejaban su ingreso inmediato.
Ahora que ya ha superado la peor parte, Laura Dominica se recupera en casa, arropada por los suyos, que siempre están atentos y prestan todos los cuidados que precisa, pues aún está convaleciente de la dura enfermedad que ha pasado. «Se siente algo inútil, porquecasi no puede mover los brazos. Apenas puede sujetar una cuchara, pero ella se esfuerza y está mucho mejor en ese aspecto que hace una semana», comenta Marcos, quien recalca que «ha salido con mucha medicación, muchas recetas y muchos cuidados». «Ha sido una superviviente, me siento muy orgulloso de mi madre. Estamos contentos, pero todavía queda lo más duro, que es recuperarse del todo», añade el joven, quien relata cómo su padre, una hermana y el mísmo también sufrieron en sus propias carnes al coronavirus durante la presente pandemia.
Atrás quedan ya esas jornadas interminables en el Río Carrión, donde el reloj parecía no avanzar y las horas se hacían interminables, primero en una de las camas de la UCI y después en las plantas séptima y novena del Caupa. «La atención ha sido excelente, sobre todo en la UCI, también la médica de cabecera ha estado pendiente en todo momento. De no haber sido por ellos, todo hubiera sido distintos, recalca su hijo, quien sí afea la atención telefónica previa. «Nos hicieron caso a base de insistir», denuncia Marcos.

 

REGALO DE CUMPLEAÑOS

Como dato anecdótico, la salida de Laura Dominica de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Asistencial Universitario de Palencia coincidió con el cumpleaños de su hijo Gullermo. «Ha sido el mejor cumpleaños que puedo tener. Ahora solo quedar mirar adelante y esperar a que consiga recuperarse del todo», afirmó por aquel entonces a este periódico, después de que él y su familia hayan pasado un auténtico calvario durante este tiempo, un récord de permanencia en la Unidad. «El destino quiso que mi madre abandonara todo el infierno por el que pasó por la enfermedad el día de mi cumpleaños», finaliza.