Los embalses, en máximos históricos de capacidad

P. Velasco
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La Confederación Hidrográfica del Duero solo mantiene en prealerta la zona del Adaja dentro del indicador de sequía prolongada

Embalse de Fuentes Claras, la parte final del pantano Cogotas en la provincia de Ávila. - Foto: David Castro

Las intensas lluvias registradas de manera generalizada en toda la Comunidad durante el pasado mes de diciembre garantizaban ya la campaña de riego de este año. A esto se suma que las precipitaciones del inicio de 2020 han permitido a los embalses mantener un balance positivo y afrontar el mes de febrero con registros históricos. Los pantanos de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han iniciado este mes con las reservas al 80,9 por ciento de su capacidad total y un volumen embalsado de 2.328,3 hectómetros cúbicos.

Para superar estas cifras durante un mes de febrero, según los datos históricos facilitados por la CHD, hay que remontarse al año 2001, cuando los embalses de la cuenca acumulaban en esos momentos un promedio de reservas de 2.349,9 hectómetros cúbicos. También estuvieron tan llenos en 2014, uno de los mejores años hidrológicos de la última década, con 2.254 hectómetros cúbicos.

Durante los inicios del mes de febrero, las lluvias se han dejado notar en toda la cuenca del Duero con un aumento, según los datos facilitados por la CHD, de 44,1 hectómetros cúbicos en el volumen almacenado en la última semana. Los valores registrados en estos momentos suponen casi 31 puntos más que la media de los últimos diez años (59,4 por ciento) y más de once respecto al año pasado (69,3 por ciento).

plan de sequía. Los aportes de agua de las últimas semanas han mejorado considerablemente el estado de la cuenca, ya que en el último informe del plan de sequía publicado por la Confederación Hidrográfica del Duero y que se corresponde al mes de diciembre, se recoge que solo se mantiene en situación de prealerta por escasez la zona del Adaja, mientras que el Alto Tormes y el Cega han regresado a la normalidad. La situación difiere con respecto a hace unas semanas, cuando el Adaja todavía se encontraba en «emergencia» por escasez de agua. Este indicador mide el agua reservada en los embalses que atiende las demandas de abastecimiento urbano, regadíos e industria.

Este excelente estado de los embalses ha permitido que todas las zonas salgan en diciembre también de la sequía prolongada en la que todavía se encontraban en noviembre el Tormes y el Águeda. Hay que recordar que para el indicador de sequía prolongada se tiene en cuenta la pluviometría del último medio año y ésta estaba activa en toda la cuenca en el mes de octubre a excepción del Alto Duero, por lo que es evidente el cambio de la situación.

De manera generalizada, los embalses de la cuenca del Duero presentan una clara mejoría con registros que oscilan entre el 70 y el 80 por ciento de su capacidad total. Al cien por cien se encuentran pantanos como el del Pontón Alto en Segovia, mientras que Linares del Arroyo está en la actualidad al 81,3 por ciento de su capacidad.

El panorama se repite en Soria, donde Cuerda del Pozo se encuentra al 80,1 por ciento, y en los de Salamanca, con Santa Teresa al 78,1 por ciento. En la provincia de Palencia, el de Cervera es el que se encuentra un poco más bajo, con un 46,8 por ciento de su capacidad, seguido de La Requejada con un 70,7%, mientras que Compuerto supera el 77%, Aguilar de Campoo se encuentra al 79,2 por ciento y Camporredondo al 81,2 por ciento.

Los embalses de Burgos y León son los que más agua acumulada tienen en estos momentos, con el Arlazón al 85,9% de su capacidad y Barrios de Luna con el 86,5%. En el otro extremo se sitúa Castro de Las Cogotas, en Ávila, el que peor situación de toda la cuenca tiene, aunque los últimos datos facilitados por la CHD recogen que está al 54,3% de su capacidad.