La Federación de Grupos Aficionados de Teatro de Castilla y León, a la que pertenecen de la provincia Amalgama, La Bicicleta, A ninguna parte, Lapsus y Cachivache, ha hecho público un manifiesto en defensa del teatro aficionado, una vez que la Consejería de Cultura les deja fuera de la programación de los Circuitos Escénicos y, si bien se les ha transmitido que la decisión tiene un carácter excepcional y provisional para este año, «convendría que la Junta hiciese público su compromiso de que dicha decisión será revocada para 2022, ya que en la orden no se explicita dicha provisionalidad y no sería la primera vez que una situación provisional por pura inercia acaba convirtiéndose en norma perpetua», afirma.
«Mantener el contenido de esta orden en futuras convocatorias no solo podría suponer la desaparición del teatro aficionado, sino también el desprecio y desconocimiento por parte de la Consejería de Cultura de lo que significan estas compañías para la cultura en general y para la dinamización de muchos municipios de nuestra región donde el teatro profesional apenas llega. O cuando llega, en algunos casos, es a costa de aceptar espectáculos con pocos actores y producciones esqueléticas», añade la Federación.
Supervivencia. Con esta orden, la Junta «perjudica fatalmente» a la mayoría de las compañías teatrales de Castilla y León, hasta el punto de «poner en grave peligro su supervivencia» -más de 200 compañías en toda la región, 65 si se cuenta solo las que pertenecen a la Federación-.
Esta considera que la orden coacciona a los ayuntamientos a la hora de poder elegir el espectáculo que les interese, sea profesional o aficionado, ya que «el profesional está subvencionado a través de los Circuitos Escénicos y el espectáculo de teatro aficionado, no».
La Federación recuerda al consejero de Cultura, Javier Ortega, que los grupos de teatro aficionado, en su mayoría, formando parte de asociaciones culturales son los que cargan a sus espaldas muchas de las actividades culturales que se llevan a cabo en los municipios, y agrega que no se puede olvidar el aspecto económico, y es que «los grupos de teatro de aficionados también generamos riqueza económica».