En 2020, en Herrera de Valdecañas no se pudieron celebrar los festejos patronales a la manera tradicional. ¿Este año se presentan con mayor ilusión?

Creo que si hace dos años, en el inicio de la legislatura de una corporación nueva, teníamos mucha ilusión, ahora, con todo lo sucedido y viendo que empezamos a valorar un poco más las cosas después de lo que ha pasado, creo que la ilusión se ha multiplicado por mil.

Además, los vecinos todavía tienen más ilusión porque han estado un año sin fiestas, se ha visto lo mal que lo ha pasado mucha gente y se valora más lo que se tenía antes. Al final tienes ganas de volver a tenerlo y disfrutarlo incluso más de lo que lo hacías. 

¿Cómo ha sido la organización?

Nos hemos amoldado a lo que las autoridades sanitarias nos han dicho. Sobre qué complicaciones hay, simplemente tienes que adaptarte un poco a los protocolos de seguridad que te marcan.

En cuanto al número de actividades, vamos a hacer tantas o incluso más de las que veníamos haciendo años atrás, antes de la pandemia. Lo que pasa es que todas ellas o la mayoría están condicionadas a los estrictos protocolos de seguridad que han afectado al funcionamiento de las mismas. Por ejemplo, en las orquestas vamos a tener que estar sentados. Es una manera distinta de verlas, pues siempre hemos estado de pie, agarrándonos los unos a los otros, pero este año no se puede estar así. 

Estos días el pueblo venera a la Virgen de los Remedios. ¿Que significado tiene para los vecinos?

Es el punto de encuentro de las personas con su segunda vivienda o con la familia que solo ven estos días. Al final es un punto de reunión clave en verano en el que todas las familias del pueblo se juntan con sus familiares y amigos. 

Las fiestas significan mucha unidad familiar y la unificación de un pueblo, todos participando en las actividades y disfrutando los unos con los otros. 

¿Qué acto típico de los festejos no faltará este año?

El acto habitual que no va a faltar es la ofrenda de flores y la posterior entrega de una naranja con un trozo de pan con chocolate y un regalo a cada vecino. Este año se hará en la iglesia de Santa Cecilia en lugar de en la ermita de la Virgen de los Remedios por una cuestión de espacio. 

¿Puede adelantarnos cuál será ese obsequio?

Es una sorpresa y solo puedo decir que será un regalo que agradará mucho a la gente.

¿Qué pide el alcalde de Herrera de Valdecañas a los vecinos y veraneantes de cara a estas fiestas?

Lo que pido es mucha precaución y cautela. Al final se van a hacer muchas actividades, estamos con una satisfacción enorme, pero también, a la vez, lo que queremos es que la gente sea consciente de que todavía la Covid no ha terminado.

Quiero participación y colaboración máximas, pero con cuidado. Que, a ser posible, todos lleven su mascarilla y respeten la distancia de seguridad.

Creo que más o menos es lo que pediremos todos: que la gente tenga un respeto máximo a la situación que todavía, desgraciadamente, estamos viviendo aunque está mejorando. Tampoco debemos bajar los brazos porque si no podemos tener problemas, no solo durante las fiestas, sino también después de las fiestas, que pueden ser días desastrosos si no se hacen bien.