Los delitos de carácter telemático están en pleno auge, aunque no es ninguna novedad si se tiene en cuenta que las nuevas tecnologías ya se han hecho imprescindibles para el desarrollo de la sociedad y las vivencias del día a día. «A medida que los delitos denominados telemáticos han ido aumentado, los atracos a bancos, por ejemplo, han ido disminuyendo en la misma proporción». Así lo indica el nuevo jefe provincial de la Brigada de la Policía Judicial de la Policía Nacional, Fermín Treceño Carbajal, de 45 años y de ascendencia palentina con abuelos en Saldaña. Treceño Carbajal se incorporó a la Comisaría de Palencia el pasado mes de febrero y entre sus destinos anteriores figuran Asturias, Madrid, Valencia y Miranda de Ebro, donde fue el máximo responsable.
«Palencia, por su tranquilidad, me recuerda a Oviedo. Son dos ciudades acogedoras y muy seguras, aunque eso no quiere decir que tengamos que bajar la guardia», apunta el máximo responsable de la Brigada de la Policía Judicial de la Policía Nacional.
Pero el ambiente de ciudad segura que se respira en Palencia en ocasiones no coincide con la delincuencia que pasa por las redes tecnológicas que, como todo en la vida, tiene sus aspectos más que positivos y otros que no lo son tanto.
«Más o menos un 10 por ciento de los delitos que se cometen hoy en día tiene un perfil telemático o cibernético. A medida que pasan los años, los sistemas digitales han sustituido a otras formas de procedimiento social y, lógicamente, los delincuentes también se han especializado», apunta Fermín Treceño Carbajal.
Según los datos proporcionados a este periódico por la Comisaría de Policía Nacional ubicada en la avenida de Asturias, si durante 2016 el número de denuncias de carácter telemático no llegaba a las 50, en los primeros seis meses de este año alcanzan casi las 200, las mismas que las registradas durante todo el año pasado. Es decir, en cinco años se han multiplicado por cuatro este tipo de infracciones penales por vía telemática.
SEXTORSIÓN. A modo de ejemplo, desde el pasado mes de febrero la Comisaría ha cursado al menos 10 casos de sextorsión o extorsión sexual. Se define la sextorsión como un delito grave que ocurre cuando alguien amenaza con distribuir tu material privado y sensible si no le proporciona imágenes de naturaleza sexual, favores sexuales o dinero. «Aquí en Palencia nos hemos encontrado con casos de víctimas que han contactado con personas a través de páginas íntimas y luego se han visto sometidas a un chantaje económico. Hubo uno en el que el extorsionado pagó hasta 5.000 euros», explica Fermín Treceño.
Sin embargo, la mayoría de las denuncias se deben a estafas durante las compras a través de Internet.
«Si la sociedad está avanzando en el mundo digital, obviamente la delincuencia va por los mismos derroteros», apunta el máximo responsable de la Policía Judicial de la Policía Nacional, quien añade que «una vez dentro de Internet el ciudadano ya asume un riesgo». Una de las modalidades más extendidas de estafa en la actualidad es la que se realiza a través de Bizum, cuando un supuesto comprador se pone en contacto con el vendedor de un artículo manifestándole que además de estar interesado en su compra, le indica que le pagaría en concepto de reserva una cierta cantidad a través de la aplicación Bizum, aceptando el vendedor el procedimiento, si bien el supuesto comprador en vez de realizar el pago, en su lugar envía una solicitud de dinero con el objetivo de que su víctima sea quien envíe dicho importe, aceptándolo el vendedor y transfiriendo la cantidad al comprador.
TARJETAS PREPAGO. «Este tipo de pagos no es aconsejable, ni tampoco con las tarjetas de crédito porque te puedes llevar una ingrata sorpresa. Lo mejor son las tarjetas prepago», apunta Fermín Treceño, quien recuerda que en una estafa de estas características es muy difícil seguirle la pista a nivel nacional, «pero si entras en páginas o enlaces extranjeros la resolución es prácticamente nula por las condiciones legales de los países de procedencia de estas páginas que exigen a la víctima. En el extranjero no vas a recuperar prácticamente nada», afirma Treceño, quien añade que el riesgo aumenta exponencialmente en función de los precios de los artículos que se quieren adquirir, y «máxime si se ofrecen como si fueran auténticas gangas».
Otra de las estafas típicas y más peligrosas es la apertura de cuentas con documentos previamente escaneados (como un DNI) sin que la persona se hubiera percatado. «Este es un problema muy serio y para la víctima puede ser un infierno si le llegan facturas de adquisiciones que nunca ha realizado», reitera el experto policial. En definitiva, una persona puede ser objeto de cualquier delito a través de las nuevas tecnologías, no solo por estafa sino por acoso sexual, injurias, calumnias o revelación de secretos.