Muere Marcelino Vaca, exdirector de Educación

DP
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Uno de los primeros doctores del área de Didáctica de la Expresión Corporal de la UVa y responsable de la creación de la especialidad de Educación Física

Muere Marcelino Vaca, exdirector de Educación

El 9 de enero falleció Marcelino Vaca Escribano, catedrático en el área de Didáctica de la Expresión Corporal de la Facultad de Educación del campus palentino de la Universidad de Valladolid, UVa, de la que, como escuela, fue director (diciembre 2012-diciembre 2014).  «Además de un excelente compañero, maestro y profesor», señalan desde esta, fue uno de los primeros doctores del área de Didáctica de la Expresión Corporal de la UVa y responsable de la creación de la especialidad de Educación Física. «Gracias a él, la Facultad de Educación palentina fue pionera en la implantación de los estudios  destinados a la formación del profesorado en Educación Física y modelo para otras muchas».

«Maestro de maestras y de maestros, investigador e indagador incansable de nuevas formas de ejercer y percibir la educación creando nuevas líneas de trabajo,  puso a la Facultad de Educación como referente en estudios sobre el cuerpo y la motricidad en ámbitos educativos formales y no formales», afirman desde el centro.

Este añade sobre Vaca Escribano que «tuvo un reconocimiento nacional e internacional por el rigor de sus formas de investigar desde la práctica y junto a los docentes en activo nuevas formas de entender el valor de la motricidad en la educación así como las formas de que esas ideas pueden llegar a sus destinatarios finales. Sus propuestas estaban siempre bien fundadas en lo teórico e ilustradas desde situaciones de la práctica, lo que las hacían atractivas para un rango ampio de personas que, como él, amaban la educación y se desvivían por los escolares, universitarios y profesionales a los que su trabajo iba dirigido».

Desde siempre, «gran luchador, excelente profesional y gran persona». «Sus enseñanzas han fructicado en el trabajo cotidiano de los innumerables discípulos que tuvo, en la marca que deja en sus compañeros de área sobre cómo concebir y llevar a cabo la formación del profesorado o en las líneas de investigación que abrió él y que siguieron otros investigadores bajo su tutela en tesis doctorales y trabajos de investigación.

Por su trayectoria profesional y como persona, es una pérdida lamentable para la Facultad de Educación, para el campus y la sociedad.