Varios miles de camioneros se han quedado atrapados este fin de semana en diversas áreas de servicio de la red viaria del país por la gran cantidad de nieve que la borrasca Filomena ha dejado a su paso. Dos de ellos han sido Óscar Monzón y Julio Díez, camioneros de la empresa Transportes Buj, que ayer, tras 74 horas atrapados en un área de servicio en el punto kilométrico 36 de la A-4, a la altura de Seseña, pudieron reemprender su camino a casa tras vivir una verdadera odisea.

Después de cargar el viernes en Valencia -Óscar Monzón, arquetas para una empresa de un pueblo cercano a Benavente; y Julio Díez, pipas para la empresa Facundo-, emprendieron su regreso hasta que sobre las 14 horas le echaron en alto. «La Guardia Civil no nos dejó continuar, así que nos metimos en una campa junto a un restaurante en un área de servicio de la autovía. En unas horas, pronto nos cubrían 30 centímetros de nieve», relatan estos dos conductores.

Esa fue la última vez que pudieron mover sus camiones hasta que ayer, hartos de esperar y cansados por llevar atrapados tres días sin que nadie fuese en su auxilio, decidieron pedir prestada una pala y limpiar de nieve y hielo los 80 metros de carretera que les separaban de la autovía.

74 horas atrapados por la nieve en la A-4«Llevo muchos años en esto y no he visto nunca un circo como el que se ha montado», asegura Óscar Monzón, que critica el «trato inhumano» que tanto él, como su compañero y otros muchos compañeros han recibido. «Nadie ha venido a ver cómo estábamos, ni a ayudar ni a preguntar si necesitábamos algo», comenta.

«Ha existido una mala organización por parte del ministro Ábalos. Mientras estábamos tirados en la cuneta, le veíamos en la televisión diciendo que no quedaba nadie atrapado en las carreteras. Y como nosotros ha habido 7.800 compañeros», critica este camionero que, junto a su compañero, reconoce que la presión de no poder continuar su viaje y llegar a casa ha sido complicada de soportar.

comida. Aunque el dueño del restaurante junto al que estacionaron sus camiones no abrió desde el sábado, ni Óscar ni Julio han pasado hambre. «Hemos tenido la suerte de que al otro lado de la autovía estaba el restaurante San Luis I, que nos han ayudado y tratado a las mil maravillas. No obstante, hemos estado tres días sin podernos duchar, y pasar las 24 horas del día entre el restaurante y la cabina del camión llega un momento en el que se te cae el mundo encima y ya solo quieres moverte y llegar a casa», explican estos dos camioneros.

74 horas atrapados por la nieve en la A-4A esto hay que sumar el hecho de que mientras ellos seguían atrapados, la autovía recuperaba poco a poco el tráfico. «Hemos llamado al 112 varias veces; entendemos que están saturados y que tienen que llegar a muchos sitios, pero hoy mismo vemos pasar en una dirección y en otra quitanieves con el peine subido y si echar sal por nuestro lado, y nadie se ha pasado a ver si necesitábamos ayuda. ¡Solo tenían que despejarnos 80 metros!», se queja Óscar.

«Al final, hemos conseguido una pala y nos hemos puesto a ver si podíamos apartar la nieve porque está claro que nadie va a venir a ayudarnos», comentaba Julio. Dos horas después, lograban abrirse paso entre la nieve y el hielo y entrar en la autovía para reemprender su camino a casa».

«Llevo cuatro días sin ver a mi familia. Esto es una hijputada y no nos merecemos que nos traten así a los camioneros», finaliza Óscar que junto a su compañero Julio han pasado un fin de semana en la nieve -nunca mejor dicho- que seguro que no van a olvidar jamás.