120 Kilómetros a través de la Montaña Palentina

Diario Palentino
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Desde Camporredondo a Aguilar se extiende una extensa ruta que atraviesa los diferentes pantanos de la provincia, en la que se advierte el patrimonio cultural y natural de los pueblos

El embalse de Camporredondo, en Velilla, forma parte de la ruta de los pantanos en la Montaña Palentina - Foto: Diario Palentino

Paisajes montañosos, bosques, arquitectura tradicional y agua se aúnan en la Ruta de los pantanos, en el norte de la provincia, que conforman un total de 120 kilómetros entre los embalses de Compuerto y Aguilar, a los pies de la Montaña Palentina, coronada por picos como el Espigüete, con una altitud de 2.450 metros o el Curavacas, con 2.520 metros.


Una ruta que puede comenzar en Velilla, en los dos embalses que se encuentran en este municipio, Compuerto y Camporredondo. Este último es el más antiguo, ya que fue inaugurado en 1930 por el entonces Rey Alfonso XIII. De la época de este monarca proviene su nombre original, Embalse Príncipe Alfonso, en honor al Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón y Battenberg, primogénito del antiguo rey.


Parada obligatoria en este recorrido es Camporredondo, a los pies del Espigüete, y Alba de los Cardaños, un pueblo con una extensa tradición ganadera con dos barrios divididos por el pantano, cada uno de ellos con su iglesia parroquial que datan de más de 400 años de antigüedad.


La ruta continúa hacia Cervera, hasta el pantano de Ruesga, obra finalizada en 1923 y que se construyó como reserva de agua para el Canal de Castilla, una de las grandes obras de ingeniería hidráulica del final del XVIII y principios del XIX. Se trata de uno de los pantanos y de los lugares más turísticos, no solo porque se encuentra en plena Montaña Palentina sino porque en los meses de septiembre y octubre se puede escuchar a los venados machos durante la berrea.


Por las calles de Cervera, se puede apreciar el modelo tradicional castellano, con una plaza con soportales y columnas, así como descubrir casas blasonadas como la de Los Leones, o el palacio de los Gil, convertido en casa de cultura y bolera municipal, además de que en La casa del parque se puede aprender y descubrir la riqueza de la Montaña Palentina o acercarse hasta el vecino pueblo de Verdeña y descubrir la casa del oso, dedicada al animal más emblemático de la zona.


Aguilar es municipio considerado una de las puertas de entrada a la Montaña Palentina y al Geoparque de la Unesco Las Loras, uno de los 11 de todo el país y el único en toda Castilla y León. Románico, naturaleza, montaña y patrimonio confluyen en esta villa dominada por los restos de su castillo que continúa siendo un estandarte del patrimonio cultural a lo largo y ancho de la provincia.


El recorrido continúa hasta el embalse de Requejada, en Vañes, pedanía de Cervera, cuyo pueblo original se encuentra bajo las aguas de este pantano, y que se levanta en un entorno rodeado de bosques de robles y hayas y desde donde se puede realizar la ruta del Roblón de Estalaya, que es el árbol con mayor longevidad de todo el parque natural de Fuentes Carrionas y Fuente del Cobre.


Y el trayecto llega a su fin al embalse de mayor capacidad -con 247 millones de metros cúbicos- de los que hay en palencia, el de Aguilar, y cuya construcción en 1963 anegó bajo sus aguas a los pueblos de Cenera, Villanueva del Río, Quintanilla de la Berzosa y Fontada. 


Desde este punto de llegada en la ruta de los pantanos se puede descubrir y conocer el cañón del Pisuerga, también conocido como de la Horadada, o el valle de Recuevas, sin olvidar el monumento natural de piedra de Las Tuerces o la cueva de Los Franceses, los cuales representan importantes puntos de interés turístico en la región.