A falta de poco más de un mes y medio para que acabe el año hidrológico, se puede concluir que, aunque el 2019 no está siendo un buen año en cuanto al volumen de agua embalsada en los pantanos de la provincia, está lejos de ser el peor de los últimos años.
No hay que remontarse muy atrás para encontrar un año catastrófico en lo que se refiere a hidrología. En octubre de 2017, tras un año nefasto por la sequía, el año hidrológico acabó con 60 hectómetros cúbicos de agua embalsada en los pantanos de la provincia, cifra que se multiplicó por cuatro durante los doce meses siguientes y, por tanto, alcanzó los 231 hectómetros cúbicos al inicio de la actual campaña hidrológica.
De esta forma, se puede concluir que desde el 1 de octubre de 2018 hasta ayer, los cinco embalses de la provincia habían perdido 54 hectómetros cúbicos.
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