Los embalses de la provincia tienen la mitad de agua embalsada que el pasado año en estas mismas fechas y están al 36,3 por ciento de su capacidad, según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Duero. En lo que va de año el volumen de agua ha descendido un 14,7 por ciento. Exactamente, los cinco pantanos que se encuentran ubicados entre los límites provinciales, todos ellos pertenecientes a la cuenca del Duero, acumulan 176,7 hectómetros cúbicos, mientras que en agosto de 2018 el volumen embalsado alcanzaba los 348,5.

Este es uno de los peores años desde el punto de vista hidrológico  desde 2009. De hecho,  los embalses palentinos están en estos momentos por debajo de la media de la última década, que se sitúa en 238,8 hectómetros cúbicos.

Todo esto se debe principalmente a la falta de precipitaciones durante buena parte del año, con un invierno seco, una primavera con lluvia pero no lo suficiente y un verano con mucho calor y pocas precipitaciones.

Son los pantanos pertenecientes al sistema del Carrión los que mejores datos presentan. Camporredondo y Compuerto están al 41,57 por ciento de su capacidad, puesto que de los 165 hectómetros cúbicos que pueden contener juntos suman 68,6. Más alarmantes son las cifras relativas al volumen de agua embalsada en los del sistema Pisuerga. Los tres pantanos englobados en él, Requejada, Cervera y Aguilar, están al 33,5 por ciento de su capacidad, puesto que de los 322 hectómetros cúbicos que pueden albergar solo tienen 108,1.

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