El papel "imprescindible" de los bomberos voluntarios

Rubén Abad
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Un parque de bomberos profesional rural rondaría los 600.000 euros en nóminas. Los voluntarios de la Diputación atienden una media de 60 salidas al año, pero hay comarcales que no llegan a 30

El papel

El diccionario de la Real Academia de Lengua Española define profesional como «todas las personas que practican una profesión y que viven de ella», y profesionalidad como «cualidad de quien ejerce su actividad con capacidad y aplicación relevantes». «Entonces, ¿por qué una persona que hace un trabajo voluntariamente no puede hacerlo con profesionalidad?». Esta es la pregunta que se hace Alfonso Fernández García, bombero voluntario de la Diputación en el parque comarcal de Guardo, quien defiende que «para ser profesional en tu trabajo o hacerlo bien, hace falta formación, dedicación, sentido de la responsabilidad y, sobre todo, actitud positiva. Y estas aptitudes o características las pueden obtener o poseer todas las personas que tengan amor propio a su trabajo, sea de forma voluntaria o cobrando una nómina».

Con esto, el guardense quiere llamar al atención sobre la prestación del servicio en zonas rurales, «donde sus habitantes tienen todo el derecho a estar protegidos, pero existe la imposibilidad económica de hacer parques de bomberos profesionales porque los recursos económicos son limitados», señala. Territorios para los que urge servicios como el 5G o la fibra óptica, «antes que un parque profesional que cuesta 600.000 euros anuales al ciudadano solo en nóminas para atender una media de 60 salidas al año, aunque hay algunos que no llegan a las 30». En este punto, señala que en España el número de bomberos es de 36.900, y solo el 13% son voluntarios y el 11% militares. Asimismo, subraya que en el territorio nacional hay 0,79 bomberos por cada 1.000 habitantes, muy lejos de los 4/1.000 de Francia, los 13 de Alemania, los 3,5 de Estados Unidos, los 3,2 de Finlandia (77% voluntarios) o los 2,4 de Noruega (44% voluntarios).

«Hay parques de bomberos voluntarios con más de 30 años de antigüedad, donde se pueden enumerar muchos accidentes de tráfico rescatando a las víctimas que se han salvado gracias a estos; infinidad de incendios de interior salvando las viviendas; un sin número de incendios forestales, además de muchos más siniestros como inundaciones, limpieza de carreteras o rescates de animales», defiende el voluntario con respecto al servicio de salvaguarda que presta la Diputación, para añadir que «los conocimientos se adquieren por formación, pero, sobre todo, por la experiencia».

Llegados a este extremo, considera que los bomberos voluntarios «son muy necesarios, prioritarios e imprescindibles, y debería de haber muchos más repartidos por las zonas rurales de toda España». «Solamente desearía que, aunque tenemos cursos de formación todos los años, tuviéramos muchos más, que sea de obligado cumplimiento y tener un convenio laboral que regule el voluntariado», añade.

francia, alemania y eeuu. Según un estudio elaborado por Fernández, en países como Alemania, Francia, y Estados Unidos los voluntarios están tan instituidos que tienen un convenio laboral regulado por ley. «Allí se les trata socialmente igual o mejor que a los profesionales, ya que se considera que sirven voluntariamente al ciudadano corriendo el mismo riesgo que los profesionales, pero cobrando mucho menos que estos. Aunque sí es verdad que haciendo menos horas», apunta.  

Según estos mismos datos aportados por Fernández, en Francia el 78% de los bomberos son voluntarios, frente al 17 % de profesionales y el 5% de militares. Además, cuentan con casi 12.000 sanitarios (médicos, farmacéuticos, enfermeros, psicólogos y veterinarios) que, en su inmensa mayoría (el 95%) son voluntarios. «Se trata de ciudadanos que libremente desean participar en labores de emergencias y que sacrifican parte de su tiempo en servir a la comunidad», sostiene el guardense. «Todos se comprometen a cumplir un mínimo de horas de voluntariado al mes. Aunque no reciben una remuneración mensual, sí reciben una indemnización por hora trabajada», destaca.

Asimismo, según el artículo elaborado por Fernández, todos los bomberos del país galo, ya sean profesionales o voluntarios, reciben la misma formación de obligado cumplimiento; y tanto los voluntarios como las empresas donde estos desempeñan sus trabajos, tienen mejoras fiscales, descuentos en seguros de incendios, reducción en el IRPF del 60% y bastantes mejoras más, añadiendo también que les queda una paga por años de servicio si cumplen un mínimo de años. Todo esto fijado por ley.

En Alemania, donde también está regulado por ley con un convenio laboral, el 96% del total de 1.050.000 bomberos son voluntarios, es decir, algo más de 1.015.000. Entre los requisitos que se les exige están tener 16 años mínimo, comprometerse a colaborar de manera periódica y formación básica de 40 horas al año, además de hacer diferentes cursos para ampliar sus conocimientos. 

Alfonso García también hace mención a Estados Unidos, del que dice que es «el país en el que más fama tienen los bomberos y resulta que el 70% son voluntarios». Es decir, según las cifras que maneja el guardense, de 1.150.000 bomberos que hay, 812.000 son voluntarios y, de estos, el 94% atiende a comunidades de menos de 25.000 habitantes. «Dicho de otra forma, existen 26.000 parques o estaciones, como allí se llaman, totalmente de voluntarios», alega. «Allí también está regulado por ley y las personas que desean ser bomberos voluntarios tienen que pasar obligatoriamente 1.000 horas de entrenamiento y formación, además de cursos y entrenamiento. A estas personas se les tiene mucha estima y consideración, además de ser considerados autoridades. Personas que tienen su trabajo y lo dejan ocasionalmente para servir en emergencias en su localidad o comarca», recalca.