Una alfombra, una capa pluvial, una casulla, una imagen vestidera, un escritorio y un atril han recobrado su esplendor una vez restaurados en el marco del convenio de colaboración entre el Obispado y la Escuela de Arte y Superior de Bienes Culturales Mariano Timón, cuyo alumnado (grado superior de Ebanistería Artística y grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Textiles) ha tenido la posibilidad, durante su proceso de formación, de intervenir en piezas históricas. Ayer, en un acto que acogió el trascoro de catedral, se devolvieron.
La alfombra, del siglo XVIII, regresó a la seo después de doce años, un período en el que han actuado en la misma cuatro promociones, según explicó la profesora Cristina Quijada, que añadió que no se dedica todo el curso a una pieza, si no que se van alternando: «a lo mejor están dos meses y después se pasa a la siguiente, por eso se alarga tanto». «Ha sido un proceso y un reto muy interesante, y es que los alumnos han aprendido a intervenir y restaurar una alfombra de estas características», señaló, e incidió en que «estaba en un estado lamentable y el resultado ha sido muy bueno».
En la imagen vestidera, el proceso de restauración se ha desarrollado durante seis años. En cuanto al ajuar textil conservado, y con el que apareció vestida esta imagen, es rico y variado, compuesto por un total de 10 piezas. Viste como prendas exteriores un tocado en la cabeza, jubón y saya muy amplia. Como ropa interior, viste una camisa larga, dos enaguas (en una de las cuales aparece bordada la leyenda: me hizo Amalia), y unos puños de encaje. Bajo el tocado, se encontró además una antigua cofia muy mal conservada.
En el escritorio, que presenta claras coincidencias formales con los de estilo georgiano ingleses, se ha realizado la reproducción de elementos perdidos y reintegraciones volumétricas mediante injertos con madera de similares características al original y se han reintegrado cromáticamente los estucos e injertos de madera con tintes y anilinas, finalizando con un barnizado mediante goma laca. «Ha sido un trabajo bastante concienzudo», afirmó el profesor Javier Román.
El obispo, Manuel Herrero, agradeció el trabajo y reconoció el esfuerzo, ya que se trata de bienes que «son de todos». El delegado diocesano de Patrimonio Artístico, José Luis Calvo, comentó que la alfombra (que forma parte de una colección «extraordinaria», el escritorio y el atril son de la catedral, y la casulla, la capa pluvial y la imagen vestidera se encuentran en el Museo Diocesano procedentes de distintas parroquias.
La directora de la Mariano Timón, Aranzazu Rebollo, manifestó que había sido una «labor compleja» y afirmó que es «un auténtico lujo poder tener estas colaboraciones para que el alumnado se forme con obra auténtica». Por su parte, el delegado de la Junta, José Antonio Rubio, destacó que el convenio es beneficioso tanto para la Diócesis y la catedral como para el centro, e insistió en que se va a seguir apoyando la restauración de bienes, algo a valorar, así como que contribuye a la formación de los alumnos.